¿Alguna vez te has preguntado qué pasa cuando metes una moto al agua? ¿Y una moto eléctrica? Imagínate el escenario: una moto surfeando las olas del mar. Y que, además, sigue funcionando como si nada.
Precisamente no es un escenario a imaginar, sino a ver, porque un vídeo se ha hecho famoso en las redes sociales, y la misma pregunta a miles de espectadores: ¿cómo puede una moto eléctrica meterse en el agua y seguir funcionando? Tiene truco, y mucho sentido.
Que el scooter siga funcionando tiene una explicación muy sencilla
Cabría pensar, atendiendo a un razonamiento generalizado, que electricidad y agua son completamente incompatibles. Horror, catástrofe. Y sí, claro, porque esta advertencia tiene profundas raíces en principios físicos y químicos. Básicamente porque el agua, al contener impurezas, actúa como conductor eléctrico, lo que puede causar cortocircuitos, electrocución y daños en los componentes eléctricos.
Ahora bien, ¿qué hace una moto eléctrica en el agua? Y lo más sorprendente, ¿por qué demonios sigue funcionando como si nada? Pensarán muchos. Son las dos preguntas que todo el mundo se hace gracias a este vídeo que está dando la vuelta al mundo.
El modelo que hemos podido identificar es un Ola Electric, una de las principales marcas de motos eléctricas en la India, y que parece que quiere llegar a Europa próximamente. De hecho, es la moto número uno vendida en el país.
Pues a un ingenioso probador de motos se le ha ocurrido meterla al agua, literalmente, para testearla al máximo. Puede tener un motivo: en el contexto de la marca, desde los primeros modelos fue terriblemente criticada por la fiabilidad de sus modelos, que ha ido mejorando hasta ser la número uno en el ranking.
Para deshacerse de la mala fama, alguien ha llevado al límite esta fiabilidad metiéndola en el agua. Sus cifras no son la panacea, y es una moto eléctrica (dato importante): tiene un motor eléctrico de 8,5 kW (12,1 CV) y que ofrece una velocidad máxima de 115 km/h con autonomía certificada de 181 kilómetros.
Pues este hombre ha metido el Ola S1 Pro en el mar para un test de resistencia. Se dio una amplia vuelta dentro del agua, y lo sumergió completamente... Y seguía funcionando como si nada. También replicó una prueba de autonomía. Sorprendentemente fue capaz de llegar a los 117 km con una sola carga, e incluso subió una empinada cuesta en el modo Eco.
Vale, hay truco. Las motos eléctricas están diseñadas con una serie de precauciones para resistir el agua hasta cierto punto. Los motores eléctricos y las baterías suelen estar sellados para prevenir la entrada de agua, y muchos componentes están fabricados para cumplir con estándares de resistencia al agua, como las clasificaciones IP.
Pero claro, no son infalibles... Y a veces fallan. Si una moto eléctrica se sumerge completamente, el agua puede eventualmente encontrar su camino hacia los componentes críticos... Pero no siempre, ya que los componentes están sellados. Una rápida inmersión como esta probablemente no cause estragos. Aquí la prueba. El truco.