La Lit C1 es una… bien, es un scooter muy especial. Para empezar, no tiene nada de extraño con sus dos ruedas, pero la carrocería ya nos sugiere que estamos ante algo por lo menos diferente. Si luego asomamos la nariz al interior y descubrimos el volante, ya nos quedamos un poco más extrañados. Y si nos fijamos que la cosa se mantiene en equilibrio cuando no tiene ninguna pata de cabra desplegada, redondeamos nuestra sorpresa.
Lleva ya un tiempo pululando por la red, pero no quería dejar pasar la oportunidad de comentar un poco sus características y su funcionamiento. Lit Motors es la empresa que está detrás de la Lit C1 y, sinceramente, me impresiona la teccología utilizada y la intención del invento.
Motores eléctricos, volante de inercia estabilizador: ¿el futuro?
Se trata de una moto eléctrica, solo que en lugar de un solo motor tendrá uno por rueda. dos motores de 40 kW cada uno que permitirán al ingenio ponerse de 0 a 100 km/h en unos 6 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h y tener una autonomía de 240 kilómetros. Por eso las motos ganan a los coches en el mundo eléctrico.
Lo más impactante es el volante de inercia que tiene un par de 1762 Nm destinado enteramente a contrarrestar cualquier intento de, volcado. Lo vais a ver en el siguiente vídeo, pero es increíble cómo se mantiene sola, como si se tratase de un segway, pero mucho más seguro.
Para mi tiene mucho sentido crear algo como esto:
- Gasta muy poco, como cualquier scooter eléctrico, poco más o menos
- Gasta menos neumáticos que un coche eléctrico pequeño estilo Renault Twizy o Nissan Leaf. Concretamente, dos menos
- Virtualmente, desde dentro, es un coche. No se cae, parece ir sobre cuatro ruedas
- Su precio (16.000 dólares, unos 11.300 euros al cambio) no es desorbitado teniendo en cuenta a) que va a competir con coches, y b) que tiene una tecnología muy interesante y c) que solo se fabrican 10.000 unidades en la primera hornada
PD: El vídeo empieza muy en plan vídeo musical, con una referencia a Tron (o eso me pareció a mi, desde luego), pero luego me encantan las pruebas de volcado. ¿No os gustaría probar una? ¿De verdad que no? O hacerle una prueba estilo Albi...
Vía | El Economista