El clamoroso error de Fabio Quartararo durante el Gran Premio de los Países Bajos evidenció lo que ya estaba a la vista desde hacía demasiadas carreras: en Yamaha dependen exclusivamente de un piloto. Y es que la de Assen fue la peor carrera de la marca en MotoGP desde 1989, concretamente desde el saboteado Gran Premio de las Naciones en Misano.
Si la semana pasada en Sachsenring fue Honda la marca que se quedó sin puntuar por primera vez desde 1982, en Assen le ha tocado a Yamaha debido a la caída de Quartararo, su único piloto competitivo a día de hoy. Dos datos demoledores que empiezan a evidenciar un claro giro del mundial de MotoGP hacia Europa.
La única Yamaha que acabó en Assen fue la de Dovizioso, 16º
Fabio Quartararo se cayó en las primeras vueltas de la carrera de Assen mientras intentaba adelantar a Aleix Espargaró, sacando de pista además al piloto español. Acción por la cual ha sido castigado con una 'Long Lap Penalty' para la primera carrera después del verano, la de Silverstone. Un punto de inflexión para el campeonato.
Quartararo volvió a subirse a la moto y regresó a la pista para intentar coger algunos puntos, esperando que la lluvia y las banderas blancas le echasen una mano. Pero lo único que encontró fue otra caída, esta vez aún más dura, destrozando por completo cualquier posibilidad de sumar. Un auténtico desastre.
Lo más triste es que cuando se cayó Quartararo por primera vez el resto de las Yamaha ya estaban fuera de la zona de puntos. Pero unas vueltas después definitivamente sentenciaron su destino. Casi al mismo tiempo, Franco Morbidelli y Darryn Binder terminaron por los suelos, en el caso del sudafricano dándose un fuerte golpe.
La única Yamaha que terminó la carrera fue la de Andrea Dovizioso, pero lo hizo fuera de la zona de puntos, en la decimosexta plaza, a cuatro segundos de Álex Márquez, el último en sumar. Puede haber sido la última carrera de Dovizioso como piloto de MotoGP, ya que no tenía intención de volver tras el verano.
Así, Yamaha culminó una carrera para olvidar, pero también para sacar conclusiones. Con cuatro motos en pista dependen exclusivamente de un piloto, algo muy similar a lo que vivía Honda antes de la lesión de Marc Márquez. Quizá este toque de atención les haga replantearse el futuro de Morbidelli, con contrato para 2023.
A pesar del borrón de Assen, Quartararo está plasmando una soberbia temporada y sigue líder del mundial con 21 puntos de margen, pero a Yamaha cada vez se le alejan más Ducati en el mundial de marcas y Aprilia en el de equipo. Que vayan encendiendo una vela en Iwata para que la salud respete a Fabio Quartararo.