Parece que el equipo de Valentino Rossi no correrá con Yamaha en MotoGP la próxima temporada. Aunque la unión del VR46 con la casa de Iwata parecía cercana tras la oferta irrechazable que hicieron hace menos de un mes, el equipo italiano ha rechazado la propuesta y quiere seguir con Ducati.
Las calabazas de Valentino Rossi dejan a Yamaha solo con una opción para la próxima temporada, la de convencer a Pramac Racing de dejar Ducati. Los de Iwata van a trasladar su oferta millonaria al garaje de Paolo Campinoti, que tendrá que decidir en el próximo mes y medio si seguir en Ducati con peores condiciones o marcharse a Yamaha.
Pramac Racing, la última bala para Yamaha
No hay un anuncio oficial, pero pronto podría llegar. El VR46 se va a quedar en Ducati, y ya habría rechazado la millonaria oferta que Yamaha le puso sobre la mesa. La presión de Pertamina, el patrocinador oficial del VR46, habría sido clave para dar calabazas a Yamaha y firmar otra temporada más con Ducati.
De hecho, en declaraciones para Motorsport, el propio Uccio Salucci, jefe del VR46, habla de que "Yamaha es mi segunda casa. Pero, de entrada, lo que debería ofrecernos es una moto más competitiva. La Ducati es una gran moto y su rendimiento es muy alto. Nosotros nos debemos a nuestros socios. El cambio no es fácil".
Ni siquiera la intención de fabricar un motor V4 tras la renovación de Fabio Quartararo parece que haya servido para que Yamaha convenza a Valentino Rossi. Y ahora todas las esperanzas recaen sobre Pramac Racing, a quien Yamaha va a trasladar su oferta millonaria para que les den el ansiado equipo satélite en 2025.
Ducati quiere renovar a Pramac, pero quitándole el estatus de equipo cooficial y dándoles solo una moto pata negra, mientras que la otra iría a Gresini Racing o al VR46. Algo que ha sentado muy mal a Campinoti, que tiene de plazo hasta el Gran Premio de Italia para decidir entre Ducati y Yamaha.
Hay un tercer equipo que puede salir de su contrato con la marca a finales de este año, pero no parece que vaya a ocurrir. Es el LCR, que podría librarse de Honda a finales de 2024, pero parece que la relación entre ambas partes es lo suficientemente sólida como para que las tentativas de Yamaha no vayan a fructificar.
Veremos si finalmente Ducati es capaz de retener sus ocho motos en la parrilla y deja a Yamaha desesperada en busca de su equipo satélite.