El 16 de febrero Valentino Rossi cumplirá 41 años. Entre medias de los test de Sepang y Catar el nueve veces campeón del mundo soplará las velas con la certeza de que será la última vez que lo haga como piloto oficial de Yamaha. La sabia nueva que durante tantos años ha controlado finalmente ha terminado por desplazarle de su casa.
Las prisas de un mercado cada vez más voraz han condenado a un Rossi que a sus 41 años necesita otro ritmo. A esa edad el italiano tiene que vivir día a día, como John Rambo, mientras que Fabio Quartararo o Maverick Viñales, 20 años menores, no sufren en comprometerse hasta la temporada 2022.
El resurgir de Quartararo y Viñales ha sido la condena de Rossi
Ni Yamaha podía esperar a Rossi ni Rossi podía darle una respuesta definitiva a Yamaha. Eso se deduce del comunicado conjunto que lanzaron Lin Jarvis y el italiano justo a la vez que Yamaha confirmaba a Fabio Quartararo como piloto oficial para 2021. Pero debe haber más que un simple problemas de fecha.
A Valentino Rossi ya le viene costando ir rápido. Es lógico a sus 40 años. Él lo sabe y en Yamaha también. Maverick Viñales demostró mucha más velocidad en la temporada 2019 en cuanto fue capaz de poner todo en su sitio en la M1. Pero también la demostró Quartararo e incluso por momentos Franco Morbidelli.
Es un poco ficticio pensar que, en caso de que Rossi le hubiese podido dar el 'sí' definitivo a Yamaha ya, en Iwata hubiesen renunciado a una de sus dos jóvenes estrellas así como así. Más que la celeridad del mercado, que también, lo que ha condenado a Rossi es el resurgir simultáneo de las carreras deportivas de Viñales y Quartararo en 2019.
Hace 365 días, antes de comenzar la temporada 2019, Maverick Viñales parecía un 'quiero y no puedo' que no tenía más opciones que Rossi de competir contra Marc Márquez, mientras que Fabio Quartararo era una completa incógnita que había decepcionado tanto en Moto3 como en Moto2. Posiblemente, el rookie que menos expectativas levantaba para la temporada.
Pero como si de un ejercicio de natación sincronizada se tratase, ambos han renacido de la mano, y acompañados por una Yamaha M1 que ha sufrido una notoria evolución respecto a anteriores campañas. Quartararo y Viñales han pasado en un año de ser un mar de dudas a convertirse en las dos grandes alternativas a Márquez, condenando así el futuro de Rossi.
.@ValeYellow46 will take until mid-2020 to decide whether he will remain an active rider in MotoGP in 2021. If he does continue, Yamaha offers to provide a Factory-spec bike and full engineering support
— Monster Energy Yamaha MotoGP (@YamahaMotoGP) January 29, 2020
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Hasta en el comunicado de prensa de Yamaha, leído o repasado por su servicio de prensa, se notaba dolido a Rossi. Frases como "Yamaha decidió concluir nuestras negociaciones" resonaban sobre el papel como si saliesen de la propia boca de Rossi. Pero una destacaba sobre todas: "El objetivo es continuar mi carrera en MotoGP en 2021".
Y ese es un punto clave. La sensación es que lo que la celeridad del mercado le ha quitado a Rossi no es una Yamaha oficial, sino la opción de ser él quien renuncie a ella. El italiano ya había anunciado que en el Gran Premio de Italia comunicaría su futuro, y también había dejado caer que le parecía una buena opción el Petronas.
Probablemente el tempo que hubiese querido Rossi es el de comunicar él su decisión de, en beneficio de Yamaha, dejar el equipo para que no tuviesen que renunciar a sus dos jóvenes talentos. Pero no ha podido ser. Quartararo y Viñales no podían esperar ante las tentaciones que había fuera, sobre todo en Ducati. Y que en Yamaha tampoco es que tranquilizasen precisamente.
Ahora Rossi tiene que tomar una decisión menor. Dejar MotoGP o unirse al Petronas, donde Yamaha le asegura que le dará todos los medios y el trato de un piloto oficial, pero no lo será. Una gran motivación es la que podría hacerle continuar: unirse a su hermano Luca Marini, quien se rumorea que podría estar en el Petronas en 2021. Sería el colofón soñado a su carrera en MotoGP.
La retirada o el retiro espiritual, son las dos salidas que le quedan a un mito Valentino Rossi. En cualquier caso, todos los fans de las motos tendremos que estar muy pendientes de este 2020, porque puede que sea el último año de Rossi, o al menos el último en una moto ganadora. Disfrutemos de las últimas gotas de esencia de la mayor leyenda de las motos del siglo XXI.
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