MotoE sigue adelante otro año más, y en 2023 llega con un cambio poderosamente importante: el cambio de suministrador de las motos. Ducati será la encargada de suplir a Energica y suministrar todas los prototipos de las V21L eléctricas a partir de la próxima temporada.
La pregunta que todos se hacen es el futuro que tienen este tipo de motos eléctricas, y qué continuidad le pueden dar a un mundial como MotoGP. Por ahora las cifras de MotoE no son muy alentadoras que digamos, y nos referimos tanto al apartado técnico como al de audiencias. Triumph ha puesto los puntos sobre las íes y valora el futuro.
Triumph no ve futuro en las eléctricas de competición
Las Ducati de MotoE ya están preparados después de unos cuantos años de trabajo en secreto en Borgo Panigale. Los italianos han ultimado la receta de una superbike eléctrica que chillará en las pistas del mundial con sus 150 CV, un par motor de 140 Nm y 275 km/h de velocidad punta.
No es oro todo lo que reluce, y el poco éxito que está teniendo MotoE a nivel de audiencias en comparación con el resto de categorías refleja cierto rechazo que viene incluso por parte de los propios fabricantes de motos.
Uno de los problemas a los que se enfrentan estas motos son las carreras y la autonomía. Hablamos de que actualmente y según el circuito, las carreras de MotoE se limitan a un máximo de entre siete y ocho vueltas. El peso es otro de los grandes problemas: ya solo el conjunto de baterías sube a los 110 kg.
Mientras Ducati ve un futuro verde y enchufable, en Triumph no lo tienen tan claro. Los ingleses están presentes en la parrilla de Moto2 como suministradores únicos de los propulsores, y además están desarrollando su prototipo eléctrico TE-1 entre bastidores, una naked eléctrica que será el primer modelo comercial, pero que no es la apuesta de futuro de la marca, por el momento.
Steve Sargent es el jefe de producto de Triumph, y ha sacado a relucir en Crash.net algunas lindezas de estas motos eléctricas de su propia moto eléctrica y todas las "limitaciones" que sufre.
Dice que puede ser muy veloz, pero las baterías son un lastre: "No nos engañemos, aunque el rendimiento de una moto eléctrica es impresionante en términos de aceleración en línea recta, está claro que siempre será un vehículo más pesado".
"Con la tecnología que existe hoy en día, los paquetes de baterías son relativamente pesados y la tecnología en este momento limita la cantidad de autonomía que puedes conseguir", señala el directivo.
Y eso que las últimas Ducati eléctricas han conseguido reducir el peso que marcaban las Energica EGO de MotoGP: 225 kg frente a los 260 kg de la Energica, lo que significa una media de 100 kg más que una MotoGP de combustión interna. Tal es el lastre que en muchos circuitos los tiempos de MotoE no llegan a la altura de una Moto3, llegando a rodar incluso 1,5 segundos más lentas.
Así que Sargent es directo al respecto. No hay mucha chicha que sacar de las eléctricas: "Según nuestra comprensión de la tecnología que existe hoy en día, sería difícil conseguir mucho más".
Hasta el punto de ironizar: "Lo que me vuelve un poco loco son todas estas empresas emergentes que salen y dicen 'tenemos una moto eléctrica que hará 300 kilómetros [con una sola carga]'. Y es como... ¡no!".