Pecco Bagnaia es el inmenso favorito para volver a ser campeón del mundo de MotoGP. Es la única conclusión que se puede sacar después de una pretemporada en la que las motos de Borgo Panigale, ya sean pintadas de rojo, de negro, de amarillo o de azul, han dominado sin piedad todos los días de test.
Si en Sepang fueron Marco Bezzecchi, Jorge Martín y Luca Marini quienes lideraron cada uno de los tres días de pruebas, en Portimao ha habido menos variedad aún: doblete de Pecco Bagnaia. El campeón ha volado muy bajo en tierras lusas para parar el crono en 1:37.968. Un tiempo que mete mucho miedo.
Los 18 primeros están separados por solo un segundo en Portimao
La última jornada de la pretemporada no ha traído demasiados cambios respecto a las anteriores. En las ocho primeras posiciones hay siete Ducati, todas salvo la de Fabio Di Giannantonio, que no ha podido participar en la prueba por la caída que sufrió el sábado. Es decir, que a una vuelta la Ducati es una moto de otra categoría.
El único que ha resistido es Fabio Quartararo, dando la sorpresa con su Yamaha para colarse en la tercera plaza, pero a cuatro décimas de Bagnaia. Yamaha ha sido la comidilla del día por el peculiar alerón trasero que han colocado en el colín, y que no ha ayudado a Franco Morbidelli a pasar de la decimonovena posición.
Este domingo se han probado tandas más largas, pero también la velocidad a una vuelta. Y el rendimiento de Aprilia deja dudas. Después de toda una pretemporada en las primeras posiciones, Aleix Espargaró ha bajado a la décima posición y Maverick Viñales ha sido duodécimo. Malas noticias en una temporada en la que salir arriba será aún más importante.
Claro que donde no hay una alegría para llevarse a la boca es en Honda. Hoy era el día elegido para dejarse de pruebas y comenzar a trabajar con el paquete definitivo, y el resultado es que Marc Márquez se ha quedado decimocuarto, a ocho décimas de Bagnaia e incluso por detrás de Joan Mir, aunque con un tiempo calcado.
Sorpresa de KTM, donde parece que Brad Binder sí que se había guardado algo y ha podido subir hasta la novena posición, por delante de todas las Aprilia. Pero no pintan demasiado bien las cosas para los naranjas, ya que no solo sufren Jack Miller y Augusto Fernández, sino un piloto acostumbrado a la moto como Pol Espargaró.
Ahora ya no hay tiempo para más. Las motos de MotoGP no volverán a rugir hasta el viernes del Gran Premio de Portugal. Toca digerir una pretemporada dolorosa para los que no quieren ver ganar a Ducati.