Una de las rivales más estoicas que se recuerdan en el mundial de motociclismo es la que mantuvieron prácticamente hasta el fina de sus días competitivos Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo. Evoca a otra época e invita a pensar en otra forma de concepción del motociclismo, y que no queda tan atrás en el tiempo (Pedrosa se retiró en 2019 y Lorenzo, un año después).
Una década después de esos momentos de algidez deportiva y frenetismo empapado por unas tensas relaciones, los dos pilotos se reencuentran cara a cara en DAZN y recuerdan con cierto mimo esa etapa ya lejana, y que dista de lo que ven ahora en el paddock.
“Yo buscaba rivalidad, me motivaba tener un enemigo”
Los ciclos no son eternos, y menos en el motociclismo, donde la edad y las lesiones pasan factura. Que se lo digan a Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo. Sus retiradas (2018 y 2019) supusieron el cierre ya no solo de un ciclo, sino de una era del deporte patrio que se remonta a los albores de los 2000 en 125cc, cuando compartían pista.
La rivalidad ya parecía latente en la categoría benjamina del mundial cuando coincidieron en 2002 (Dani ya llevaba un año en la categoría, pues era dos años mayor que Lorenzo). Mientras Pedrosa ya tenía un título bajo el brazo, en 2004 saltó a 250 cc y el mallorquín se quedó un año más.
2005 fue el summum de la tensión entre ambos. Escenario: Gran Premio de Alemania. Motivo: los dos se tocaron y el balear acabó fuera de la carrera, mientras que Pedrosa la ganaba con el tubo de escape doblado, Lorenzo le acusó de “falta de humildad”. Aquello fue el detonante. En 2008 volvió la rivalidad con los dos en MotoGP cuando coincidieron de nuevo.
Incluso tuvo que intervenir el rey Juan Carlos tras el Gran Premio nacional en Jerez, donde tuvo que mediar para que ambos se saludaran antes de subir al podio. Una imagen histórica que ahora reviven con cierta condescendencia.
Eso han recordado los dos en el programa ‘Cuatro tiempos’ de DAZN: “Yo sabía de él, él sabía de mí, los dos teníamos una condición particular, teníamos que buscar nuestro hueco. Yo quería ser piloto, tenía que ganarme el ser un piloto profesional, seguro que igual que él”, narró Pedrosa.
Una historia que, recuerda el 26, se remonta a “125cc, ya veníamos picados, aunque no tuviéramos grandes momentos en pista o por un campeonato”. En su salto a 250cc, “tuvimos más pique en pista” y dice que él mismo “dominaba la categoría” y que Lorenzo “venía para quitarme el sitio y ahí empezaba la lucha más dura”. Choque de trenes.
Lorenzo es más tajante cuando afirma que, en pro del espectáculo, “yo buscaba rivalidad, porque me motivaba tener un enemigo. No se puede forzar, es así. Seguramente lo de Instagram, lo de ponerse ‘likes’ y todo eso de llevarse bien todos ha afectado, porque antes no había rede sociales, pero vende menos. La gente lo que quiere ver es rivalidad, que haya pique. Es lo que les mantiene pendientes”.
Quizá el problema actual del campeonato es que no hay tantas rivalidades como antes, aunque “tampoco puedes crear una rivalidad de la nada, eso tiene que ser algo real. A mí no me gustaba, y yo no le gustaba a él. Así fue la historia”, manifiesta Pedrosa.