Entre las muchas eventualidades y protagonistas que pudimos ver ayer en la primera carrera larga del año de MotoGP, Pedro Acosta ocupó unos cuantos minutos de cámara ayer. El piloto murciano debutó y emocionó con posiciones cabeceras y un protagonismo indiscutible.
Tanto esfuerzo acabó por deshinchar al piloto del GASGAS KTM, que cedió posiciones como si le fuese la vida en ello. Había dado mucho, y su cuerpo y neumáticos dijeron "basta". Pero él terminaba contento y habiendo aprendido algo muy importante.
Acosta se metió en un top 10 en el debut de su primera carrera larga de MotoGP
El debut de Pedro Acosta en una carrera larga de MotoGP el pasado domingo en Catar tuvo todo tipo de altibajos. El piloto murciano ya venía dando la nota desde la pretemporada, copando protagonismo a raudales, y ayer volvió a hacerlo, aunque se llevó una buena dosis de realidad a causa de la inexperiencia y el ardor guerrero.
Bien lo definió el propio Acosta al acabar la carrera: "Ha sido todo tan bonito que no podía salir así de bien en la primera vez. Esto es como cuando pierdes la virginidad, parece que todo va bien, pero luego la cagas por algún lado". Aunque tosco, no cabría definirlo mejor que él.
En los primeros compases de la carrera pudimos ver a un combativo y decidido Acosta. Ya desde la salida sacó brazo; quizá demasiado y eso le acabaría por lastrar a la larga. 21 vueltas son muchas. Pero hasta llegar al final le dio tiempo a meterle un impresionante hachazo al mismísimo Marc Márquez.
Hasta el 93 admitió que "me ha pasado muy agresivo, pero olé por él, se aprende así, dándolo todo". Márquez confesó que Acosta "tenía un pilotaje muy agresivo y espectacular. Olé por ser un rookie todo lo que ha hecho". Y a decir verdad, la batalla fue limpia y respetuosa por parte de ambos.
Sin embargo, un poco después del ecuador de la carrera Acosta empezó a debilitarse. Había forzado las dos máquinas: la de su cuerpo y la RC16. Sus brazos ya no daban más de sí (posición forzada sobre la moto, continuos estirones de brazo para estirarlos), y las gomas estaban ya en el alambre. A pesar de todo, le dio tiempo a batir el récord de vuelta rápida del trazado de Lusail.
Empezó a ceder cosa mala: primero Bastianini, luego Álex Márquez, Espargaró... Y así hasta terminar 9º a 11 segundos. Pero al menos el del GASGAS terminó metido en el top 10, una meritoria plaza para un 'rookie' en su estreno en MotoGP.
Acosta admite que fue demasiado precoz: "Ha sido por el neumático, también ha sido la gestión de la potencia. No me esperaba sobrecalentarlo tanto desde el principio y luego ha hecho spinning y no podía ir tan rápido en mitad de la curva y me fallaba la electrónica, la moto se movía y poco a poco iba perdiendo mucho".
Aunque todo eso no le ha impedido terminar "muy contentos", y con la sensación de habérselo pasado "muy bien". Da la impresión de que queda mucho Acosta por ver este año.