Triumph y la todopoderosa Bajaj Auto finalmente han formalizado su acuerdo de colaboración para fabricar motos de media cilindrada y distribuirlas por el mercado asiático.
Esta unión no es nueva, ya lo anunciaron a mediados de 2017. La diferencia es que ahora se cumple la fecha para hacer el anuncio oficial y con un detalle muy importante: no habrá compra de capitales por ninguna de las dos partes, lo que significa que ninguna empresa forma parte de la otra y su acuerdo no conlleva ningún tipo de cambio de accionariado.
Triumph creará las motos y Bajaj las distribuirá
Este acuerdo es un win-win. Triumph va a poder ampliar su mercado y su número de motos vendidas (unas 60.000 al año) y Bajaj Auto se sigue expandiendo tanto por Asia como por Europa y sigue recopilando el know-how para fabricar motocicletas de mejor calidad.
La primera moto de Triumph que salga en el mercado indio, donde actualmente no tienen ningún tipo de distribución, tendrá un precio que no superará los 2.500 euros y no llegaremos a verla hasta principios del año 2022. Será una forma de acceder a otros países asiáticos donde las motos de cilindrada media son bien recibidas debido a su buena relación entre coste y practicidad.
Lo bueno de esta unión no será solo que Triumph empezará a fabricar motos más accesibles (tanto por precio como por motos aptas para aquellos que se saquen el carnet A2), sino que esos modelos se distribuirán en un futuro en los propios concesionarios del fabricante británico que tiene en Europa.
Por si te suena a chino o a indio, la empresa Bajaj Auto es una de las mayores marcas de motos del mundo. En concreto, es el tercer fabricante de motos del globo con cerca de 5 millones de modelos vendidos y el mayor fabricante de vehículos de dos y tres ruedas que existe actualmente en la India.
Desde que empezó su andadura en 1945 ha ido creciendo exponencialmente hasta tener que expandirse más allá de su país de origen y poner el ojo en el viejo continente. En 2007 se hizo con una pequeña parte de KTM e intentó quedarse con Ducati negociando su adquisición con el grupo Volkswagen. Y así ha ido creciendo hasta formalizar su acuerdo con Triumph.
Con esta alianza la idea es que no solo se fabrique una sola moto de media cilindrada sino una nueva gama de que dará un buen empujón a las dos compañías aunque quizás la que se vea más beneficiada sea la británica, que aprovechará toda la infraestructura de una de las empresas de las dos ruedas más potentes del planeta, así que mejor diríamos que, al menos a corto y medio plazo, la fórmula más bien será un WIN-win para los de Hinckley.
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