La visión general y con perspectiva en la industria de la moto es la de un horizonte, digamos el futuro, en la que los fabricantes avanzan. Los número uno llevan el liderazgo, pero van dando bandazos, muchos sin sentido. Y nosotros, detrás; nos afecta todo lo que hacen.
Honda ha anunciado oficialmente que dejará de fabricar motos de gasolina en 2040, y que toda su flota será 100% eléctrica. Otros se resisten a dejar la gasolina, como BMW, que dice que las eléctricas nos quitan libertad. Y esta es la bitácora, a junio de 2024, de lo que los fabricantes piensan hacer. Aunque seguramente nada sea seguro; puede que ni se cumpla.
"A Honda no le interesa vender motos por ocio"
El panorama de la moto está cambiando, y mucho. Lo que unos ven como avance, otros lo ven como un atraso, y viceversa. Poco que razonar en la naturaleza humana, pero mucho que analizar en lo que están haciendo las marcas para entender el futuro.
El bombazo lo soltaba Honda recientemente. La escena es tan cambiante y difusa que los japoneses ya han lanzado su primer órdago: apostar toda la baraja a lo eléctrico. Toda es toda, el 100% de sus motos serán eléctricas a partir de 2040, y no habrá lugar para las de gasolina. Eso perjura su comunicado.
Pero, ¿por qué Honda ha decidido dar este paso? La respuesta es muy fácil, y dolorosa para los amantes del mundo de la moto: a Honda no le interesa vender motos por ocio. Sí otras como scooter y de baja cilindrada. Es el análisis que uno puede discernir viendo ciertos datos.
El primero, que el mercado europeo es una broma para Honda teniendo en cuenta el cómputo global. Los japoneses han vendido casi 19 millones de motos en 2023. Su mercado más fuerte es India. Allí vendieron 4.1 millones de motos y scooters (fuente y fuente). Y adivinen qué: la moto más vendida fue un modelo de 125 cc. Lo mismo pasa en el resto de países donde más vende la marca, Asia principalmente: Indonesia, Tailandia, Vietnam y hasta Brasil.
Los moteros europeos somos testimoniales para ellos en su cómputo global. Los que subimos a una moto para dar una vuelta el fin de semana somos pocos. Su mercado, y bien lo refleja esta gráfica, está en las motos de pequeña cilindrada y scooters. Ya vemos que solo aquí lo que más interesa son las Hornet y Transalp... Pero no en el resto del mundo.
¿Y los demás? La libertad nos permite mirar otras opciones, incluso caminar hacia ellas. Es intrínseco que a las marcas niponas se les atribuye cierto mérito por innovar y mejorar, por tener perspectiva. Y en esa lucha andan metido los cuatro fabricantes nipones, desarrollando conjuntamente con Toyota un motor de hidrógeno al que ven futuro.
Yamaha ni siquiera se ha planteado el modelo de moto eléctrica más allá de las bicicletas y los scooter. No quieren porque su público es pasional. Kawasaki es más progresista, y ve el hidrógeno como alternativa. Ya han presentado su primera H2 SX, una moto de hidrógeno nacida de la Ninja H2 que debería llegar de aquí a 2030.
En Europa BMW ha lanzado otro órdago, pero al contrario que Honda, no quiere saber mucho de eléctricas más que para ciudad. Los alemanes, cuya gama es radicalmente distinta y se nutre del aficionado aventurero y amante de las deportivas, ven que "por ahora, las eléctricas no tienen sentido, tal vez en el futuro". Su CEO confiesa que "el motociclismo es libertad e independencia, y el vehículo eléctrico no satisface esa necesidad en este momento".
Igual que ellos, Triumph tampoco ve un futuro 100% eléctrico. KTM ni está ni se le espera en esta jugada eléctrica, aunque Ducati ya juguetuea con MotoE, no se ha cerrado en banda. Quizá esa sea la opción más lógica.
Ojo con los americanos. Todo depende de los CEO que van saltando el despacho de Harley-Davidson en Milwuakee, pero el último ya dijo que quiere "un futuro 100% eléctrico" para sus modelos. LiveWire es su deseo hecho realidad, pero como los números no acompañan, prefieren mantener a su cliente tradicional, bien hecho. Como Indian. Ellos no tienen restricciones tan severas como Europa y Japón.
Que cada motorista vaya tomando su propio camino, y que cada marca vaya encauzando el suyo primero, porque el aficionado a las motos lo tiene crudo. Atrás quedan los tiempos de máquinas imparables, potentes y ruidosas. Y el que antes lo acepte, menos disgusto se llevará. Aunque aún podemos aferrarnos y tener salvación.