Italia ha enloquecido con los radares de tráfico. La sociedad está hastiada de las multas y los radares controladores hasta el punto de que han creado una corriente o movimiento que se dedica a serrarlos con radiales: los ultraconocidos (en su país) como 'Fleximan'.
Mientras las autoridades siguen buscando a muchos de estos 'Fleximan', la última barbaridad ha sido pegarle más de 30 tiros a un radar, literalmente. Y lo más curioso de todo es que sigue funcionando, pero habrá medidas.
El alcalde de la localidad está muy enfadado con la situación: habrá medidas
La ciudadanía italiana no quiere radares. Para hacernos la idea, un dato de la plataforma especializada Scdb.info: la pole del número de radares la tiene Italia, donde constan 11.171 dispositivos, seguido de Gran Bretaña, con 7.700, Alemania (poco más de 4.700) y Francia, con solo 3.780.
La situación ha llegado a tal punto que hasta el gobierno de Meloni está descontento con dichas cifras y va a trabajar para quitar potestades a los ayuntamientos y retirar los radares con afán recaudatorio. Ya hablan de "una poderosa lucha".
Mientras, las calles siguen ardiendo, y casi literalmente. Además de Fleximan, la gente se está tomando la justicia por su mano. En la pequeña localidad calabresa de San Filippo in Palmi hay un radar que perturba bastante a los vecinos, por lo que han decidido tomarse la justicia por su mano debido al gran número de multas que pone.
Primero, hace unas semanas lo incendiaron. Eso provocó que dejase de funcionar, pero las autoridades volvieron a reconstruirlo y ponerlo en funcionamiento. Ahora, el radar superviviente se ha enfrentado a un duro tiroteo, y no como consecuencia indirecta, sino que han ido a dispararle varios cargadores a propósito.
Las últimas informaciones que llegan desde la pequeña localidad es que el radar fue tiroteado, habiendo contado hasta una treintena de balazos contra la estructura del cinemómetro fijo. Y lo más curioso de todo es que no dejó de funcionar en ningún momento.
Visiblemente baleado y lleno de agujeros, irónicamente el radar sigue multando funcionando a pleno rendimiento. Quien también sigue en pie es la voluntad del alcalde porque siga funcionando, y además anuncia que pondrá otros dos más, en forma de castigo.
"No detendrá el proyecto en materia de seguridad vial con la instalación de radares y señales, así como otros dos radares en puntos críticos donde peatones o motoristas han perdido la vida", dijo el regidor local.