Si en España cuando vamos en moto ya tenemos que tener mil ojos para no caer ante un radar de la policía o la Guardia Civil, en Francia hay que sumar los de los particulares. Sí, estás leyendo bien; desde 2018 hay permiso para instalar radares en algunos coches privados, y funcionan tremendamente bien.
Y no hablamos de policías o cualquier otro agente de la autoridad en un coche de incógnito. Hablamos de particulares contratados que lo instalan en coches privados y se hinchan a multas. Así es el curioso sistema que recauda una auténtica millonada.
Francia se queja, y mucho, de los radares en coches privados
Imagina que vas circulando con tu moto y de repente, notas un flashazo. Caramba, te acaba de pillar un radar. Miras hacia atrás, pero no ves nada... Resulta que estaba instalado en un coche particular, como el que puedes llevar tú a hacer la compra.
Naturalmente no están exentos de polémica. Llegaron en 2018, y en 2023 ya había un total de 223 vehículos particulares circulando con radar y poniendo multas. La cosa va a crecer hasta el doble, con el objetivo de llegar a los 400, según medios franceses.
Son tan rentables que se van a multiplicar. Según un estudio, el Estado francés se embolsa 94 millones de euros netos al año en las multas de estos vehículos particulares, lo que es una auténtica pasada. Ya han rentabilizado, y de sobra, los 53 millones de euros que les costó ponerlo en marcha.
Funcionan siete días a la semana, festivos incluidos. Su funcionamiento radica a través de una ruta prestablecida por GPS, que detecta los límites de velocidad en cada tramo de forma automática. Están distribuidos en ocho de las 13 regiones que tiene Francia, y son altamente difíciles de identificar.
No es que funcione con un particular que va a comprar el pan en coche y te pille con el radar. Su funcionamiento se confía a empresas externas que contratan conductores para dar vueltas con los vehículos y seguir las indicaciones de la ruta del GPS. Ese es el problema que ahora denuncian muchos medios galos, que está en manos privadas.