Por fin ha llegado el momento que muchos moteros estábamos esperando, el Gran Premio de de España está a punto de comenzar. Desde que acudí a Jerez por primera vez con tan solo 14 años, el fin de semana de Jerez ha quedado marcado a fuego en mi calendario, y este año no pienso faltar a la cita a pesar de que, ya sabemos de antemano, que nos volverán a tratar como perros enjaulados.
Hoy de vuelta a casa escuché una campaña de publicidad que la DGT está emitiendo en la radio con motivo del Gran Premio de Jerez. Claramente su intención no es concienciar, es meter miedo a los que tengan pensado cruzar el país en moto para animar a los suyos. !Cinco helicópteros, 56 radares, sanciones a los que hagan carreras! ¿Pero que es esto?
El que no haya estado nunca en Jerez y escuche esta camapaña pensará que aquello es como la ciudad sin ley, y la realidad de la mayoría de los que allí acudimos es bien distinta. ¿Porqué no hacen campañas así cuando hay un Barça - Madrid y los hooligans se reunen para repartir palizas? Con este tipo de campañas, la DGT solo está ensuciando, más si cabe, la imagen de los moteros en este país.
"Sanciones a los que aparquen o paren en los arcenes, habrá 20.000 plazas de aparcamiento habilitadas". Teniendo en cuenta que el año pasado acudieron al Circuito de Jerez más de 100.000 espectadores, habrá unos 50.000 que serán sancionados por estacionar fuera de las zonas habilitadas, sin duda una parte más del negocio recaudatorio.
Lo más triste de todo es que este domingo cuando volvía de mis vacaciones de Semana Santa pude ver como en los arcenes de la A52 estaban listos para ser colocados kilómetros y kilómetros de guardarrailes en H con su aspecto brillante y desafiante como si se tratase de una navaja toledana. ¿Salvar vidas? Comiencen por ahí por favor.