Uno de los secretos guardados con mayor celo durante los últimos años empieza a recibir un poco de luz. El desembarco de Triumph como suministrador único de motores para el Campeonato del Mundo de Moto2 empezó a desatar la rumorología sobre la vuelta de una Daytona a la casa de Hinckley.
Ahora estos rumores empiezan a confirmarse por sí mismos después de que una deportiva británica en un estado de desarrollo bastante avanzado haya sido cazada durante una jornada de pruebas. Ahora Triumph se ha visto obligada a pronunciarse al respecto de una hipotética Triumph Daytona 765.
"Sería necio no considerarlo", según Steve Sargent, jefe de producto
Últimamente en Hinckley están muy on fire. Durante los últimos meses se especuló con el regreso de la mastodóntica Triumph Rocket III hasta que la brit custom ha sido presentada en forma de una versión limitada que muy probablemente adelante la llegada de un modelo de gran serie al alcance de cualquiera.
Pero durante los últimos años nos hemos estado haciendo ilusiones con algo aún más pasional. La puesta en escena de la nueva Triumph Street Triple en 2017 con su motor de 765 centímetros cúbicos levantó las primeras sospechas para disparar el hype con el anuncio de que en 2019 serían el motorista exclusivo en la categoría de Moto2.
A partir de ahí nos empezamos a preguntar cuándo veríamos una nueva Daytona, una Triumph Daytona 765 equipada con un propulsor derivado de la naked y la parte ciclo del prototipo con el que han estado trabajando para la puesta a punto del motor y de la electrónica de Moto2. No tardamos en preguntárselo a la propia marca y en todas las conversaciones nos negaron la posibilidad de que un modelo así fuera a llegar a la calle.
Ahora Motorcycle News primero y posteriormente otros medios han hecho saltar la banca, desvelando unas imágenes en las que podemos ver una deportiva de Triumph rodando en circuito, con un carenado completo y un lenguaje muy similar al de la anterior y extinta Daytona 675 que pasó a mejor vida con la llegada de la normativa Euro3.
Steve Sargent, jefe de producto de Triumph, ha salido al paso de estas informaciones y de toda la rumorología relacionada asegurando que fabricarían de nuevo una Daytona si hubiera demanda suficiente porque "sería necio no tenerlo en cuenta con la expectación que se ha levantado con Moto2".
Quizá la moto que se ha cazado rodando en España no sea una versión pensada para irrumpir como un modelo de serie, pero tendría toda la lógica pensar en que es el siguiente modelo de la gama TFC (Triumph Factory Custom), como ya han hecho con la Rocket, lanzándose como una moto de serie limitada, muy exclusiva y cuya producción quedará vendida casi de inmediato. ¿Acaso hay mejor manera de lanzar un globo sonda al mercado?