Los chinos están que se salen. Si la Kawasaki ZX-4R llegó para revivir el mercado de las tetracilíndricas de baja cilindrada, un mercado que es muy de nicho, pues los chinos se han atrevido a meterse en él también. Su última joyita es la Zhang Xue ZX-500RR.
Su parecido no solo viene por el nombre, que evidentemente, también. la ZX china se llama casi igual, viste casi igual y todo lo demás también es casi igual. La diferencia es que vale la mitad de precio. En China ya ha despertado todas las miradas.
100.000 kilómetros de pruebas para demostrar que no se rompe
Zhang Xue Motorcycle. Quédense con el nombre, porque no es de paso. ¿Les suena KOVE? El fabricante Chino que ya está en Superbikes y en el Dakar, además de en las carreteras de nuestro país. Pues su fundador se autodespidió y creó una nueva marca de motos. Es esta.
Ha ido a lo grande con su primera moto, una muy pasional. Porque sí; hacer una moto de cuatro cilindros y 500 cc es pasional, demasiado. La ZX-500RR tiene un evidente regusto a Kawasaki por los cuatro costados, pero en realidad, tiene su propia fórmula.
El motor de la moto china es un cuatro cilindros en línea de 500 cc y 85 CV de potencia a 13.500 vueltas. Eso es más que la ZX-4R, que cubica 400 cc y tiene 77 CV. Los datos nos dejan con la boca abierta: velocidad máxima homologada de 240 km/h y un 0 a 100 km/h en 3,4 segundos.
Los chinos han trabajado bien en esta moto, porque solo pesa 168 kilos en seco. Y eso es mucho menos incluso que la Kawasaki, con sus 189. En términos generales y sobre el papel, la ZX china debería ser más rápida que la ZX japonesa en todos los aspectos.
Viene equipada hasta los topes: ABS con asistencia en curva, control de tracción, monitorización de la presión de los neumáticos, control de salida ('Launch Control') e incluso cambio semiautomático quickshifter unidireccional.
Depósito de 15 litros de capacidad, transmisión de seis marchas con posibilidad de cambio semiautomático para subir (no para bajar) y un precio que debería rondar los 4.000 euros aproximadamente.
El I+D+i chino ha llegado muy lejos. Tan lejos que la marca va a fabricar 1.000 unidades de prueba. 100 de ellas van a someterse a un test de 100.000 kilómetros antes de llegar a producción. Y además, regalarán 30 de ellas de forma totalmente gratuita a los clientes para que formen parte del desarrollo.