La Triumph Scrambler es una de las motos icónicas del catálogo de la firma británica. Su combinación de aspecto off-road, escape elevado y particular posición de conducción nos sorprendió cuando pudimos probarla por los alrededores de Madrid junto con sus hermanas de la gama clásica. Ese aspecto gamberro, casi de combate no hace sino remarcar sus procedencia y su genética para circular fuera del asfalto.
Pero, ¿y si decidieseis olvidaros del asfalto y modificarla con el fin de convertirse en la scrambler definitiva para circular por pistas? Pues seguramente vuestro sueño se parecería mucho al de los hermanos David y Felipe López Cordoba, ambos ingenieros de Triumph y que a lo largo de cuatro largos años y en sus ratos libres, han sido capaces de crear algo tan bonito como la Triumph Tramontana de la que hoy hablaremos.
Triumph Tramontana, su nacimiento
Como hemos dicho, tanto Felipe como David trabajan como ingenieros en Triumph y decidieron crear una preparación tomando como base una de las motocicletas de la gama Classic de la marca de Hinckley. Y lo que en un primer momento iba a ser casi con toda seguridad una Cafe Racer, acabo por convertirse en una moto off-road.
El porqué es curioso ya que su experiencia fuera de carretera siempre había sido con ligeras motocicletas de trial y enduro. Pero cuando finalizaron el desarrollo de la Triumph Tiger 800XC, se dieron cuenta de que las motos más pesadas también tienen su “aquel” cuando se conducen por caminos no asfaltados.
Cambiaron por lo tanto de idea y tras hablar con Triupmh, la cual accedió a darle apoyo limitado, así como de algunos mecánicos de la propia marca, se fijaron como objetivo crear la moto off-road definitiva partiendo de una Triumph Clásica y por lo tanto la elección estaba clara: sería usando como base la Triumph Scrambler.
Pero esta no iba a ser una show bike sino que tendría que ser perfectamente utilizable. No debía romperse al primer salto, las suspensiones tendrían que funcionar, el motor traccionar y al final ya se trabajaría la estética, ya que ésta pasaba a estar en un segundo plano. Y si te planteas fabricar una moto así, el primer sitio donde tienes que empezar a concebirla es sentado en una mesa frente a un ordenador. Los hermanos Córdoba trataron este proyecto como si del desarrollo de una moto completa se tratase aunque para ello tuviesen que invertir más horas de fin de semana y dormir menos.
Como primera curiosidad decir que la Triumph Scrambler de la que partieron no fue un modelo comercial sino que usaron uno de los chasis prototipo sobre el cual se desarrolló la moto definitiva. Triumph les cedió sin ningún problema esta moto para que hiciesen magia con ella.
Triumph Tramontana, los primeros pasos
Con la Scrambler bajo el brazo se fueron a casa y una vez allí y con la altura de su padre, empezaron a valorar las primeras opciones a tener en cuenta tanto de geometrías como de suspensiones, llantas, ergonomía e incluso de los posibles cambios de configuración del motor aunque en todo momento estaba la máxima de que la moto debería mantener lo más posible el look clásico.
La base se ha mantenido inalterada, con el motor bicilíndrico en paralelo con el calado a 270º gracias al cual se consigue una magnífica tracción en pista, así como el chasis de doble cuna de acero. Pero a partir de aquí, se intentó aligerar lo más posible la moto, retirando todo aquello que no fuese necesario y sustituyendo lo posible por componentes más ligeros. Esto tuvo como desencadenante que en la báscula hayan desaparecido la nada despreciable cifra de 39 kilos en total.
Sí hubo pequeños retoques en cuanto a la admisión y escape del propulsor. Se eliminó el airbox y se reemplazó por filtros individuales y toberas mientras que el escape completamente artesanal viene firmado por Arrow. Con ello se consigue una buena ganancia en bajos y medios, precisamente el terreno ideal donde se desenvuelve este modelo tan único.
La alimentación es por medio de sendos carburadores Keihin. Además, se ha eliminado el sistema de admisión secundario y la parte eléctrica se ha simplificado al máximo, utilizando una batería de litio sobre una bandeja de aluminio así como un tensor de cadena también fabricado a medida y que trajo más trabajo del deseado.
Pasando a la parte de ciclo, las llantas fueron cambiadas. De esta forma se optó por una rueda delantera de 21x2,5 pulgadas y una trasera de 17x4,25 pulgadas, ambas fabricadas por Excel y equipadas con neumáticos Metzeler Karoo. Con esto ya tenían la capacidad para poder guiar la Triupmh Tramontana por terrenos más abruptos pero quedaba la parte más difícil, que no era otra que aumentar el recorrido total de las suspensiones para poder hacer frente a los saltos y también para conseguir mantener en todo momento las ruedas pegadas al suelo.
Delante se recurrió a un material conocido al haber trabajado en su diseño: la horquilla de la Triumph Tiger que, con 100 mm más de desplazamiento que la original de la Scrambler (pasa de 120 a 220 mm) permite ya tener suficiente recorrido para afrontar tramos de conducción en pista con más confianza. Lógicamente detrás había que aumentar también el recorrido para que la moto no quedase descompensada de geometrías pero aquí fue donde se encontraron con un verdadero reto tecnológico ya que sin hacer grandes modificaciones en chasis y basculante, no iba a ser posible.
Y recurrieron al ingenio, y de qué manera ya que diseñaron unas bridas ajustables para la pareja de amortiguadores traseros, las cuales van directamente ancladas al chasis. Además, permite que se deslicen hacia arriba y abajo, cambiando la geometría y el recorrido de a suspensión trasera. Así consiguieron llegar hasta los 180 mm de movimiento, suficientes para mantener las cotas de la Triumph Tramontana con a nueva suspensión delantera.
Aunque pueda parecer lo contrario, tanto la horquilla firmada por Öhlins como la pareja de amortiguadores traseros también de la marca sueca, tienen mucho trabajo de puesta a punto. Además de ser multiajustables, en el propio centro de suspensiones que tiene Triumph fue donde se hizo el trabajo para conseguir un funcionamiento óptimo en conducción off-road.
No queremos aburriros pero nos mostraron las gráficas de trabajo de suspensiones comparando las originales con las nuevas, y hay muchas horas invertidas ahí detrás para conseguir un primer recorrido muy blando que lea el suelo y luego un endurecimiento progresivo que evite hacer topes así como un reglaje de extensión los suficientemente vivo pero sin que haga luego rebotar las ruedas al volver a extenderse al máximo.
Quizás uno de los puntos que más controversia generaron fue en el apartado de frenos, sobre todo el delantero que mantiene los dos discos de la Triumph Tiger 800XC. Una vez que fue presentada, la mayoría del público que la vio en directo hacía mención que quizás su estética no acababa de congeniar con el resto de la moto y que posiblemente, un sólo disco de mayores dimensiones habrían conseguido una potencia de frenada similar pero con una mejor presencia.
Tanto David como Felipe habían trabajado en el diseño para la Tiger de este sistema de frenos y por lo tanto, sabían muy bien cuál era su capacidad y posibilidades. Nos comentaban que quizás ahora y en vista de los comentarios generalizados, hubiesen optado por otra opción pero también habría que ver si con un disco mayor la giroscópica creada no fuese mayor que con doble disco y, por lo tanto, haciendo un poco más torpe delante la Triumph Tramontana.
Por último si nos centramos en la ergonomía, mucho del material usado ha sido firmado por LSL. Así cuenta con muchas piezas mecanizadas que ahorran peso y aportan calidad y estética. El cubre carter de aluminio está anodizado en negro, el mecanizado CNC se puede encontrar en el depósito del líquido de frenos, el soporte del faro, el protector de la bomba trasera de freno, la tapa del piñón, los faros trasero o el protector del propio faro.
Las estriberas también están mecanizadas y se han reposicionado para una mejor conducción de pie. Para ello también colabora el nuevo manillar sobre elevado con alzas de aluminio. El asiento es completamente artesanal y fabricado con piel italiana mientras que los puños son Tomaselli y las manetas de aluminio anodizado.
Triupmh Tramontana, presentada con enorme éxito
La presentación de la Triumph Tramontana tuvo lugar en los Tridays que organizó Triupmh el año pasado. Y como motocicleta concebida para conducción off-road, que saliese a competir en la Rumble no era una opción sino una necesidad.
Esta carrera para entusiastas de la marca inglesa es por eliminación, es decir, a cada vuelta el último queda eliminado de forma que al final sólo puede quedar uno en pista. ¿Y sabéis quién fue la ganadora? Efectivamente, la Triupmh Tramontana se llevó el premio. Pero además, el impacto que produjo fue tal que casi obligaron a los hermanos Córdoba (bueno, sin casi) a inscribirla en el concurso de preparaciones donde se llevaron el segundo premio a la mejor customización 2014.
Fuera del universo Triumph también se han llevado su merecido reconocimiento, siendo elegida por la revista Bike EXIF como la sexta mejor customización del 2014 así como por LSR Bikes la novena. También ha salido en multitud de revistas como Twin&Triple, MCN, Bike o Moto.it; demostrando que lo que fue una apuesta personal se ha convertido en una moto admirada internacionalmente.
Para acabar sólo podemos dejar la frase con la que los propios autores definen su criatura:
Tramontana es el nombre del viento del norte que atraviesa con fuerza las montañas de los Pirineos para llegar a España (que atraviesa montañas “tramontana”) y pensamos que esto es lo que esta moto hace, atraviesa las montañas tan rápida y ligera como el viento
Los gastos de la presentación de la Triumph Scrambler han sido asumidos por Triumph. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas.