Es muy curioso seguir el precio de algunas motos de segunda mano. Durante algún tiempo hay modelos que no valen absolutamente nada hasta que, de pronto, cambia la moda, se lleva lo retro y las preparaciones y las Yamaha SR 250 del año la'polca pasan a estar cotizadísimas.
Esto sucede así por culpa de obras como esta Speedy de XTR Pepo, que convierten una moto utilitaria vieja en una pieza de coleccionismo con mucho arte. Juntando con acierto piezas de aspecto clásico con otras de lo más moderno, la Speedy se convierte en una pequeña scrambler divertida y muy bien rematada.
Speedy, la pequeña scrambler de XTR Pepo
Cambiando radicalmente de tercio con respecto a la Siluro que vimos hace unas semanas, el resultado no es menos rompedor pese a que perdemos por el camino casi 1.000 centímetros cúbicos. La base elegida para esta preparación fue la multifacética Yamaha SR 250 Special del año 1985, una moto que se presta enormemente a este tipo de preparaciones
Todo el chasis se ha mantenido fiel al original, aunque ha sido totalmente desprovisto de pintura para dejar el metal a la vista y se ha adaptado para acoger su basculante original pero convertido a Cantilever. Abandona el doble amortiguador trasero para recibir un monoamortiguador YSS anclado al refuerzo superior del basculante que discurre bajo el asiento, dejando una zona trasera limpia como pocas.
Como se buscaba un look campero y minimalista, el alargado y voluminoso depósito original deja paso a uno proveniente de Ossa con un tapón de gasolina de Monza. El trabajo de pintura de Artenruta en azul con partículas metálicas y blanco es magnífico, incluyendo también un toque simpático con Speedy González, el ratón más rápido del mundo que da nombre a esta preparación, en los laterales.
El subchasis está modificado para acoger un conjunto de asiento/colín reducidos a la mínima expresión y hechos a mano, con unas formas que recuerdan a una moto de Dirt Track en miniatura. El meticuloso tapizado también ha sido cosa de XTR. Junto con el guardabarros delantero original modificado, sólo estas tres piezas forman la carrocería. Y no hacen falta más.
A los mandos nos encontramos con un manillar Rizoma dorado que contrasta con las numerosas piezas acabadas en negro (alzas, tijas, reloj, carcasa del faro...) y puños Gonelli. Agarrada a este manillar, una bomba de freno procedente de Suzuki GSX-R 750 manda la fuerza a través de un latiguillo Frentubo hasta la pinza de serie, que muerde un nuevo disco de freno NG.
El freno de tambor trasero por su parte ha sido perforado para evitar sobrecalentamientos, mientras que la llanta delantera abandona su medida original para montar un nuevo aro de 18 pulgadas calzando neumáticos mixtos.
El motor ha sido rociado con pintura negra puliendo el borde de los aletines, un trabajo minucioso pero que bien ha valido la pena. También se incluye un indicador de temperatura de aceite y un filtro de aire de rejilla. Toda esta parte queda oculta en su vista por el lateral izquierdo tras una gran placa portanúmeros ovalada Gonelli.
Por último, el escape por donde escupe el motor ha sido profundamente modificado. El colector hecho a medida ha corrido a cargo de SuperMario para salir en línea ascendente y culminarse con un silencioso de BMW S 1000 RR. Y como remate al conjunto, una cadena Tsubaki dorada le da el toque glamuroso.
Otro interesante trabajo de XTR Pepo. ¿Qué os ha parecido?