El próximo día 21 de diciembre se estrenará en los cines de USA “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres” la revisión a la americana de la película sueca que adaptaba las novelas de Stieg Larsson que tanto éxito tuvieron hace un par de años. ¿Y esto que pinta aquí? Pes resulta que el personaje principal, Lisbeth Salander, conduce una motocicleta, y en la nueva película se han encargado de buscarle una montura lo más acorde al perfil del personaje.
Parece que alguien en la productora quería montar a Lisbeth en una moto moderna y por lo tanto cara, algo que quedaría anacrónico. Ya que el personaje, al tratarse de una mujer joven más o menos marginal, necesitaba conducir una moto de esas que no brillan, pero que encajan perfectamente con quién la conduce porque la ha ido “domando” con el paso de los años hasta convertirla en algo más de su personalidad.
La moto elegida fue una Honda CB 350 de los años sesenta. Moto que aúna dos de los principales requerimientos de cualquier producción cinematográfica, que sea fiable y fácil de conducir por la actriz que encarne el personaje. Además una moto para el cine tiene que estar lista para funcionar siempre en cualquier condición, ya que si falla algo y se tiene que detener el rodaje, no estamos hablando de una reparación normal, ya que a ese gasto hay que sumarle el derroche de tener sin hacer nada a todo el equipo, que son muchas personas con sueldos bastante altos.
Con esto en mente le encargaron a Justin Kell de Glory Motor Works en Los Ángeles (USA) que preparase tres motos identicas para utilizarlas en el rodaje. La moto en cuestión aparece en varias escenas de acción, con alguna escena rodando rápido, sobre hielo y en carreteras suecas, que no es moco de pavo. En un par de semanas acabaron la primera, para presentársela al director de la película y conseguir el visto bueno para fabricar las otras dos en otro par de semanas. Así estarían listas para el rodaje en Suecia.
Las motos han sido desarmadas prácticamente en su totalidad, reconstruyendo partes como el alojamiento de la batería para que pueda albergar una más grande que garantice que no vaya a fallar en medio del invierno sueco. Se reconstruyeron los motores, sus embragues, los motores de arranque fueron reforzados y los carburadores de las tres motos fueron revisados y actualizados buscando la máxima fiabilidad. Los frenos también se revisaron e incluso se reconstruyeron las ruedas utilizando radios de mayor tamaño para asegurar su durabilidad. Las luces y toda la instalación eléctrica fueron revisadas a fondo, montando en el faro bombillas halógenas para que luzcan perfectos en la película.
La guinda vino cuando la actriz elegida para encarnar al personaje resulta que no había conducido nunca una moto. Por suerte, Justin Kell también es especialista en cursos acelerados de conducción para estrellas del cine. En tan sólo tres días Rooney Mara era más que capaz de moverse sobre la moto y manejarla a velocidades de 60 km/h más que suficientes para los primeros planos.
Ahora el proximo día 13 de enero, cuando se estrene la película en España ya sabéis que la moto que utiliza Lisbeth Salander tiene una historia detrás de ella. Además en estos momentos se encuentra de nuevo en los talleres de Glory Motor Works en Los Ángeles (USA) para revisión y que estén en perfecto orden para rodar las siguientes partes de la trilogía. Al final tendré que leerme las novelas a ver que pasa ¿O mejor me veo las películas?
Vía | Bike Exif
Más información | Glory Motor Works
Más fotos Flickr | COOP666’s
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