Probamos la Velca Tramontana con los Michelin City Grip 2: una moto eléctrica asequible que se da la mano con un gigante concienciado

La movilidad urbana es el pan nuestro de cada día. Las nuevas soluciones para los desplazamientos diarios están cobrando una dimensión desconocido y ahí es donde llega la reciente alianza entre Michelin y Velca.

Velca es una joven marca española destinada a crear pequeños scooter eléctricos para moverse con la ciudad con dosis de estilo muy elevadas, inspiradas claramente en cierto scooter italiano. Por su parte Michelin se ha puesto manos a la obra para calzar a las Velca con neumáticos eficientes y sostenibles que hemos podido probar en una pequeña toma de contacto: los Michelin City Grip 2.

Velca y Michelin: alianza por la sostenibilidad

Precisamente la sostenibilidad es el punto clave sobre el que se está articulando la industria del futuro. Las marcas tradicionales se tienen que modernizar en este aspecto y Michelin ha tomado la vanguardia en el sector de los neumáticos.

La firma gala pretende reducir radicalmente su impacto ambiental en todo el ciclo de vida de los neumáticos. Llevan años avisando que en un neumático de calidad se puede garantizar la vida útil más allá del mínimo de 1,6 mm que nos enseñan en la autoescuela, lo que reduciría el consumo de neumáticos y obligaría a los fabricantes a crear mejores productos.

Pero no sólo eso, sino que Michelin ya emplea un 30% de materiales reciclados como materia prima de sus productos y el objetivo apunta a que sea del 100% en el año 2050. Mismo año en el que quieren ser neutros en CO₂. Una meta ambiciosa pero que es necesaria para descarbonizar la producción de neumáticos.

En el plan que nos han presentado conjuntamente Michelin y Velca nos han ofrecido otros datos como que es precisamente durante el periodo de uso del neumático cuando más CO₂ se emite: un 86% del total, relacionadas directamente con el consumo del vehículo que lo usa. De ahí que crear neumáticos más eficientes que ayuden a reducir el consumo de combustibles fósiles es una gran tarea pendiente.

Y ahí llega el nuevo Michelin City Grip 2, un neumático pensado para scooters de corte urbano pero que no renuncia ni a una construcción responsable con el medio ambiente ni a unas altas capacidades de agarre. Es más, los City Grip 2 son unos neumáticos ultrapolivalentes pensados para usar en cualquier estación del año ya que cuentan con calificación M+S (mud&snow).

Por fuera destacan por un dibujo pronfundo y muy marcado que se complementa con unas finas laminillas que hemos visto en la saga Pilot Road desde hace años. Una tecnología que mejora tanto el agarre como la evacuación de agua y que no repercute sobre la degradación del neumático con el paso de los kilómetros.

Lo que sí es una gran novedad es la incorporación del sílice en su composición química. Se trata de una implementación proveniente del sector del automóvil y con el que se consigue por un lado un neumático más estable al mismo tiempo que se reduce el consumo porque se minimiza la resistencia al avance.

Lo Michelin City Grip 2 se van a comercializar en 40 medidas diferentes entre 12 y 16 pulgadas para cubrir un amplio espectro del sector scooter. Y por supuesto que se van a equipar de serie en los scooter eléctricos de Velca.

A los mandos de la Velca Tramontana

La única forma de probar unos neumáticos es en movimiento y qué mejor que hacerlo con la protagonista de esta alianza. La Velca Tramontana fue nuestra montura en una acalorada mañana madrileña.

Se trata de una moto con un inequívoco aspecto retro, inspirada descaradamente en la estética de la Vespa original de los años 60 pero recurriendo a una mecánica 100% eléctrica con una construcción que en lugar de chapa se confía al plástico para mantener la ligereza máxima.

La mecánica es correcta para el tipo de público al que va destinada con un omtor de 3 kW (4,08 CV) que se alimenta mediante baterías extraíbles y recargables en 6 horas en un enchufe doméstico para conseguir una autonomía de hasta 100 km.

Nos disponemos a salir y arrancamos en absoluto silencio. Sólo se activa el cuadro de mandos cuando está arrancada y a partir de ahí es cosa de acelerar y frenar. Los primeros metros son de adaptación pero rápidamente nos damos cuenta de que es una moto fácil y extremadamente sencilla de usar, con la potencia suficiente para recorridos urbanos y la posibilidad de limitar la velocidad máxima a 45 km/h.

No nos gustó ni la dosificación del acelerador ni la respuesta de los frenos. El primero se comporta de manera errática sin cerrar del todo cuando retornamos el puño y sin respuesta cuando abrimos parcialmente en algunas ocasiones.

Los frenos por su parte tienden a bloquear con facilidad si tiramos de maneta, y eso que las Velca no cuentan con frenada regenerativa que pueda acusar este síntoma. El tacto de ambas manetas es extremadamente duro. Sí tiene en cambio frenada combinada.

En el apartado de parte ciclo tenemos unas suspensiones muy normalitas, con un tarado blando para un público generalista pero que se quedan cortas en relación al peso del conjunto. Los recorridos son cortos y el funcionamiento de ambos trenes es bastante seco, lo que nos generará cierta incomodidad en zonas bacheadas, resaltos o calles adoquinadas.

En la Tramontana echamos en falta algunas cosas como un hueco para guardar un casco porque sólo hay espacio para dejar un pequeño antirrobo o un chubasquero, o una constitución general más sólida porque se la nota blandita con tanto plástico.

Los Michelin City Grip 2 se comportan de una manera intachable en este tipo de moto. Cuando no tenemos ruido de motor los oídos prestan más atención a otros sonidos, y el procedente de la rodadura no es especialmente significativo. Queda tapado rápidamente por el ruido del aire.

El agarre es muy correcto y está muy por encima de las capacidades de estas modestas motos eléctricas salvo que vayamos a buscar las cosquillas con maniobras imposibles. Incluso aguantaron el tipo en algunas zonas húmedas que tuvimos que sortear y las imprecisiones en la dirección las notamos más bien por la configuración de la Velca, con mucho peso atrás y suspensiones poco consistentes.

La Velca Tramontana que hemos probado por el centro de Madrid es la gran estrella de la marca y tiene un precio de 3.400 euros, pero no viene sola. La Velca Bora es un concepto mucho más accesible y equivalente a un ciclomotor por 2.500 euros a la que sigue la Velca Calima por 3.900 euros.

La joya de la corona es la Velca Tramontana S, con un equipamiento superior, un motor más potente (4 kW) y hasta 100 km de autonomía con una velocidad máxima de 90 km/h por un precio de 5.200 euros. Además es la única de toda la familia que se ensambla en España. Concretamente en Coslada (Madrid) y con un 60% de elementos provenientes de nuestro mercado interno.

En Motorpasión Moto | Probamos el Honda Forza 750: una moto de largo alcance con 57 CV pero tan fácil y práctica como un scooter

También te puede gustar

Portada de Motorpasion Moto

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasionmoto.com

VER 3 Comentarios