"La moto va hacia donde miras". Y qué verdad. No hay consejo más simple, natural y evidente para un novato que se acaba de subir a una moto. Lo que pasa es que si no lo tienes interiorizado, te pasa como al protagonista de hoy: que acabas en una cuneta.
Este joven se acababa de comprar una Kawasaki Ninja, pero la inexperiencia le jugó una mala pasada en una carretera de montaña. Por no mirar donde debía, acabó en una cuneta, y nos deja una lección.
"Se distrajo un momento y 'boom'"
Da igual que vayas en una deportiva que en una naked o trail. Lo mismo si es de 49, 125 o 1.000 cc. La mirada gobierna la moto y la encauza donde el motero quiere. Prueba de ello es el vídeo de hoy, que acaba pagando un despiste momentáneo en plena curva.
Este chaval se acababa de comprar una Kawasaki Ninja y es uno de sus primeros viajes en moto. No se le ocurrió mejor idea para estrenarla que llevarla a una peligrosa carretera de montaña: 'The Tail of the Dragon'. Un lugar muy conocido por joyas como MaxWrist, donde ha visto y sufrido cientos de accidentes. Como este.
En principio no habría mucho problema en estrenar la moto allí, pero pequeños detalles como la inexperiencia se acaban pagando. Al tener curvas muy cerradas, quizá no sea el lugar ideal al no tener un control total de la moto. Y eso significa a saber dónde mirar.
El motorista en cuestión enfrenta una curva a izquierdas con su Ninja, cuando de repente se distrae con la mirada momentáneamente. No lo decimos nosotros, sino él mismo a través del comentario de quien sube el vídeo.
"Se distrajo un momento y 'boom'. Después de hablar con él y ver el video y verlo mirar hacia abajo, justo antes de la curva, creo que se asustó pensando que iba demasiado rápido en esa curva", comenta su amigo y compañero de rutas habitual.
Es entonces cuando no puede controlar la dirección de la moto y esta se acaba metiendo en la cuneta. Él cae a no demasiada velocidad, pero suficiente como para darse un susto. Piloto OK.
Y sobre todo, lección aprendida: la moto va hacia donde miras. Ni más ni menos. Por supuesto, una pequeña distracción como la de este joven motorista aunque sea con la mirada puede acabar así.