El nivel de estupidez que algunos son capaces de demostrar alcanza límites insospechados si combinamos un joven bebido, una cámara de vídeo y un amigo de esos que te dice "a que no hay huevos". El resultado final podemos verlo en el vídeo a continuación, en el que nos muestran un nuevo test de seguridad para cascos. Atentos al resultado final.
Atentos porque la situación parece inocente hasta que nuestro amigo (al que llamaremos Yuri) se ha pasado bastante con el Vodka y sus grandes amigos le proponen que demuestre lo duro de su casco, o de su cabeza. Me asalta la duda porque mi ruso está un poco oxidado. Así que lo sacan al patio, le ponen el casco sobre un contenedor metálico y empieza el reto.
Si, al final el trompazo no es contra el casco, Yuri acaba dando con la cabeza en el contenedor del chapa que hacía las veces de mesa. El sonido es espeluznante. A partir de ahora Yuri ya no necesitará casco nunca más, la conmoción cerebral conseguida después del tortazo le va a durar el resto de su vida y no podrá volver a subirse a una moto jamás.
Esperemos que este vídeo no lo vea nadie de la comisión de seguridad de la Unión Europea. Porque nunca se sabe lo que pueden llegar a pensar nuestros políticos a la hora de inventarse normativas.
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