Los primeros kilómetros por autopista con la BMW C 600 Sport los hacemos con la pantalla en su posición más baja para ver su efectividad ya que a pesar de estar bastante agachada, en su parte superior dispone de forma de doble burbuja y quería disipar dudas de si derivaría bastante viento. La conclusión fue que con mi tamaño no, así que la coloqué en su posición intermedia, operación muy fácil ya que las dos tuercas se accionan de forma muy fácil con los guantes puestos y una vez sueltos, tan solo hay que tirar de ellas para arriba con un poco de fuerza para desplazarla hasta su nueva posición.
Aquí ya no tengo tanto espacio para moverme y me siento un poco más encajonado, aunque se va bastante cómodo. Se pueden estirar bastante las piernas hacia adelante (no tanto como en la BMW C 650 GT) y el asiento, aunque es un poco más firme de mullido, sigue siendo cómodo con el paso de los kilómetros.
BMW C 600 Sport, la autopista para unir la ciudad con tu tramo de curvas
Y es que aunque es cómoda y de nuevo tiene un motor suficientemente potente como para que llegue a cortar a 180 km/h de marcador (175 km/h reales), la verdad es que si vas a hacer muchos kilómetros por autopista, la BMW C 600 Sport no es la mejor opción. Es más gamberra y como tal, te pide que le des caña por curvas, que es donde verdaderamente la puedes disfrutar fuera del hábitat de la ciudad.
De nuevo la BMW nos obsequia con una estabilidad fuera de toda duda. Da igual que haya asfaltos rizados, bañeras o que los curvones sean amplios de alta velocidad o curvas sucesivas un poco más apuradas. Se las traga todas sin rechistar. Llegados un momento empiezo a pensar que la parte de ciclo está muy por encima de las prestaciones del motor y podrían haber llegado más allá sin problemas. ¿Cuánto? No lo sé porque a partir de cierta potencia, todo ocurre muy deprisa, pero seguro que han dejado margen.
BMW C 600 Sport, aun siendo deportiva no renuncia al pasajero
Quizás no vaya tan mimado como en la BMW C 650 GT, y aun sin haberla podido catar en marcha por mi pasajero-probador, estoy seguro que la BMW C 600 Sport mantiene unos niveles de confort en el asiento de atrás muy elevados. Para empezar el motor no vibra nada, por lo que aunque en este caso los pies van apoyados en estriberas y no en plataformas como en la turística, no hay problemas de cosquilleos no deseados.
Ambas asas son de un tamaño generoso aunque más bajas que en su hermana. Su posición sigue siendo muy buena, a ambos lados y un poco retrasadas, permitiendo que te cojas tanto en los extremos como a un lado y a otro. Por último, la zona del asiento para el pasajero es muy amplia, con sitio de sobra para moverse y encontrar una buena postura.
Seguimos contando como elementos opcionales con los puños y asiento calefactable para el piloto con dos posiciones y AUTO que se encarga de gestionar la temperatura automáticamente la moto en función de la exterior, tal y como explicamos en la prueba de la BMW C 650 GT, además de asiento también calefactable para el pasajero también con dos niveles.
Poco a poco estamos llegando al final de una semana muy intensa con estas dos BMW. Ya sólo nos queda mañana la última parte de la prueba en la que además, podréis ver un vídeo de ambas motos.
Continuará...
En Motorpasión Moto | BMW C 600 Sport, prueba (características y curiosidades), BMW C 600 Sport, prueba (conducción en ciudad y carretera), BMW C 600 Sport, prueba (valoración y ficha técnica), Prueba BMW C 650 GT