Una vez más desde la “Plataforma Motera para la Seguridad Vial” (PMSV), nos hacen llegar la última barbaridad perpetrada por el Ayuntamiento de Valladolid. Y yo ya no se que pensar. Quizás es que en esta España líder de Europa y pasmo de Occidente, el continuo disparate donde la razón vive indefensa nos está llevando a elevar la estupidez a categoría de norma, y no me he enterado. Además no es la primera vez, pero esperemos que sea la última, que colocan este tipo de guardarraíles y posteriormente reconocen su error tratando de dar una solución colocando un sistema de doble bionda.
De esta manera, fruto de la remodelación en las aceras del Puente Isabel la Católica y de la creación del carril bici en dicho. Una vez más nuestro Excmo. nos sorprende con la colocación de estos nuevos guardarraíles que podéis ver en las fotos. Ni que decir tiene que estos guardarraíles entrañan gran peligrosidad ante una posible caída de un ciclista o motorista, puesto que sus postes verticales se convierten en un peligroso obstáculo que puede producir importantes lesiones, y quizás en muchos casos consecuencias aún más graves.
Y os aseguro que estoy haciendo grandes esfuerzos por no calentarme innecesariamente dándole a la tecla. Sobre todo, cuando hoy mismo he tenido que atender a un compañero, que ha sido arrollado por una conductora despistada yendo a parar moto y piloto contra una farola de la mediana. Con el resultado de tibia rota y moto rebozada. Pero me resulta indignante que ya en otras ocasiones como en el 2006 se colocaran unos guardarraíles muy similares a estos en la Avenida Salamanca para que después de las protestas del colectivo motorista, el Ayuntamiento de Valladolid decidiera protegerlos como podéis ver.
Pero no creáis que aquí acaba la cosa. En el 2007, vuelta la burra al trigo en el Puente de García Morato. Y ya casi le hemos cogido el truco a colocar guardarraíles amputa miembros. Primero se colocan sin ningún miramiento. Luego se esperan las protestas de motoristas y ciclistas para posteriormente intentar solucionar la situación y colocar una doble bionda. Así los tenemos otra vez calladitos. Estimados técnicos de urbanismo, tanto cuesta hacer las cosas bien desde un principio.
Todo esto sin mencionar otros puntos peligrosos en la ciudad como el guardarraíl de la Plaza de Zorrilla, la barandilla de Puente Mayor y Puente de Arco Ladrillo, pinturas deslizantes en toda la ciudad, o postes, cual pinchos morunos amenazantes, en los pasos de peatones de la Avenida Salamanca.
Y ese que como dice el maestro Reverte uno comprende que tiene que haber tontos, como tiene que haber de todo. Son criaturas de Dios, como dijo San Francisco, y tampoco es cosa de pasarlos por el lanzallamas. Tienen tanto derecho a existir como cualquiera, pero por favor no les dejen jugar con nuestra seguridad. Y lo voy a dejar que al final termino calentándome.
Por cierto compañero José Luís recupérate de esa tibia, mucho ánimo y piensa que hasta has tenido suerte de no caer en una de estas trampas.
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