Hace unas semanas hablamos sobre cosas que hay que hacer (o no hacer) en un circuito de motocross y lo duros que son los comienzos en ésta disciplina. Hoy lo que podemos ver es cómo un día de entrenamientos perfecto en un circuito cualquiera cinco amigos terminan picándose y echando una carrerilla delante de un nutrido grupo de conocidos se convierte en cuestión de segundos en una visita quíntuple al hospital.
Por que sí, echarse una manga para terminar el día puede ser muy divertido, siempre y cuando no metas en la coctelera motos, saltos, testosterona e inexperiencia. Una curva y un salto, eso es lo que duran los cinco amigos del motocross.
Como podéis ver el desencadenante es la falta de experiencia del primer piloto que encara el salto, es incapaz de hacerlo completo y se queda en medio de la pista sin velocidad. El piloto que viene en segundo lugar salta sin esperarse que unos metros por delante se va a encontrar debajo suyo al que iba en primer lugar.
El impacto es considerable, de hecho es una de las peores pesadillas dentro de un circuito de motocross, y por detrás el resto se encuentran sin opción de esquivarlo, convirtiéndose en una melé de cinco pilotos que posiblemente tengan que hacer una visita al médico y cinco motos que seguramente hayan salido mejor paradas.
Sólo espero que el piloto que recibe el primer impacto no sufriera lesiones de consideración, y que tanto él como los otros cuatro hayan aprendido la lección y dejen las carreras para cuando sepan controlar la situación.
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