Para ello, simplemente se hizo con un motor de Yamaha R6 y le quitó un cilindro, adaptó una caja de cambios para que fuese mejor réplica y poco, poquito más. Y ya pudo disfrutar de su réplica de MV Agusta, aunque eso sí, la marca ha pasado a llamarse Me Gusta... ingeniosillo el hombre, a mi también me gusta. Debe ser una verdadera gozada ser capaz de hacer este tipo de cosas, y después vacilar al personal.
En Moto22 | MV Agusta 500-4 a la venta
Vía | The Kneeslider