Las esperanzas puestas en KTM por parte de la afición son enormes: todos esperamos que la fábrica austriaca pueda plantar cara a las todopoderosas japonesas y a Ducati. Es por ello que se están siguiendo sus avances con lupa. En Phillip Island, los de Mattighofen trabajaron como si estuviesen construyendo las pirámides: sin parar.
Pol Espargaró y Bradley Smith curraron como jabatos, pues entre ambos dieron un total de 391 giros al trazado australiano. Sus vueltas rápidas no les hicieron quedar muy arriba en la clasificación (17º y 19º, respectivamente), pero se quedaron a 1.3 y 1.4 del tiempazo que marcó Maverick Viñales el último día de entrenamientos. Así, las condiciones y el ambiente que se vive en el box del Red Bull KTM son positivos.
El objetivo es mejorar el ritmo y acercarse a sus rivales
El objetivo de KTM es acercarse paulatinamente a sus rivales. Está bien irse de unos entrenamientos con una buena vuelta rápida, pero lo importante es el ritmo pues es donde “se consiguen los puntos”, tal y como decía Pol Espargaró. El que fuese campeón del mundo de Moto2 dice que se encuentran “más cómodos en la moto y los tiempos por vuelta son algo más cercanos a los de los primeros”.
Lo mismo ha destacado también Bradley Smith, que aún sigue convaleciente de la lesión que sufrió el año pasado en una prueba de resistencia. El británico cree que los entrenamientos en Phillip Island les “han ayudado a entender todo nuestro pack”. Además, está encantado de haber acabado a sólo 1.4 de Viñales, pues en la primera jornada estuvo a 3.1 de Márquez.
KTM ha trasnochado bajo la luna australiana para seguir mejorando su ritmo
Pol Espargaró aprovechó la última jornada para realizar breves simulacros de carrera, en los que mantenía un ritmo de 1:30 bajos, a más de un segundo del ritmo que conseguía marcar Marc Márquez. En su última vuelta consiguió marcar el registro que le auparía a la 17º posición. Bradley Smith no fue tan certero en el ritmo de carrera, pero en su última vuelta logró romper la barrera de los 29” por primera vez en la semana.
Para que esto fuese posible, todo el equipo de KTM ha hecho un trabajo espectacular. El propio Mike Leitner ha agradecido al equipo por “trabajar duro durante largas noches”. Aunque aún están lejos de Suzuki, los de Austria han estado “trabajando duro con todo el material” que han probado para poder acercarse a sus rivales. Sebastian Risse, director técnico de KTM en MotoGP, reconocía que básicamente se han centrado en probar configuraciones de “chasis y de electrónica”.
Sin duda hay que tener en cuenta la dificultad de Phillip Island, por lo que el resultado obtenido es más positivo si cabe. Tanto Mike Leitner como Sebastian Risse, al igual que Bradley Smith y Pol Espargaró (quién ha destacado que el “motor es una bestia”) vuelven de Australia con buenísimas sensaciones. En los próximos entrenamientos de Catar veremos si KTM podrá pelear con las japonesas y con Ducati en la primera carrera del año.
Fotos | KTM
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