Tras unas horas de calma y recuperados de una de las salidas más emocionantes de los últimos años, podemos recapacitar y analizar poco a poco qué ha ocurrido esta tarde en Sachsenring. Es increíble lo mucho que puede esconder una clasificación, y es que viendo la tabla nadie diría que hemos vivido algo tan emocionante. Todo empezó a eso de las 13.30, cuando los chicos de Moto2 ya se habían quitado el mono y se recuperaban de una carrera agotadora.
La lluvia. En las ciudades del centro europeo los meses de verano son, en realidad, cuando cae más cantidad de agua. Esta norma climática no hace excepción en Sajonia, con una media de 13 días de lluvia en el mes de julio. Los chaparrones y tormentas de verano son más comunes de lo que un motero podría desear. Teniendo esto en cuenta, iba a ser muy complicado que hoy se salvaran del agua las tres carreras.
Dirección de Carrera no tenía otra que declarar la carrera en mojado, aunque las previsiones indicaran que amainaría pronto y que el asfalto podría secarse en pocas vueltas. Marc Márquez indicaba más tarde en rueda de prensa, que aunque la recta de meta estaba seca antes del comienzo, tenía sus dudas sobre el estado del resto del trazado. Al catalán no le faltaba razón, la última curva estaba empapada si un carril seco por el que pilotar.Apostar a seco o a mojado. Junto antes de dar la vuelta de reconocimiento, los equipos se veían obligados a tomar una decisión crítica, ¿montar agua o slick? De entre los pilotos de MotoGP, sólo Stefan Bradl se decidió por las gomas de seco mientras el resto daba la warm up con las de agua y entraban en fila india en un caótico pit lane para cambiar de montura y poner rumbo al semáforo de la línea de boxes.
Peligrosa salida en grupo. Aquello parecía una salida del campeonato del mundo de Motocross. Cuando pasó el último de los pilotos de la parrilla, los del pit lane daban gas como locos entre codazos y patadas por hacerse un hueco en la primera curva. No fue la más segura de las salidas, pero la verdad es que fue una situación muy difícilmente previsible. Imaginamos que tomarán nota para la próxima.
Stefan Bradl se que da a medias. El "cachorro", como le llama Oscar Haro, se vio a las puertas de la gloria. Había sido el único con el valor de salir con slicks desde el principio y se encontraba sin competencia por delante… o por detrás. La teoría decía que, con tantos segundos de ventaja, el alemán podría haber montado una buena defensa y conseguir así su primera victoria en la categoría reina. Por desgracia no fue así, el equipo se lamentaba más tarde por no haber podido darle la mejor moto para la carrera pues, pese a llevar gomas lisas, los ajustes eran: delante para mojado, atrás para seco.
Marc Márquez y Dani Pedrosa, todo o nada. Una vez en pista, los pilotos del Repsol Honda lo dieron absolutamente todo. La velocidad a la que ambos ganaban posiciones era increíble y antes de lo que cualquiera hubiera dicho, se habían puesto a rebufo de Bradl. Para hacernos una idea de, hablemos claro, las pelotas que le echaron, sólo hace falta ver la repetición del adelantamiento a Danilo Petrucci sobre el suelo brillante de la última curva. Con Stefan tampoco se anduvieron con chiquitas, Marc pasó en el mismo lugar y Dani, intentando aprovechar la puerta abierta por su compañero, casi se va al suelo al encontrarse con Bradl cerrando la trayectoria.
A contrarreloj. Una vez establecidas las posiciones, Marc y Dani comenzaron una guerra de vueltas rápidas que llegó hasta los dos últimos giros, justo antes de que Dani se fuera algo largo y Márquez ganara un segundo de victoria para pasar con calma por meta.
Los diapasones con cautela. En comparación con las HRC, tanto Valentino Rossi como Jorge Lorenzo se tomaron con más calma el GP de Alemania. Nada que reprochar al dúo de los diapasones, en condiciones tan difíciles y después de tantos errores, una caída más podía terminar definitivamente con la temporada.
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Fotos vía | Repsol Honda
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