El resultado más importante del Gran Premio de Malasia de MotoGP no sale reflejado en la tabla de tiempos. La fortuna quiso que el mundial esquivase una vez más la tragedia cuando Jack Miller se cayó entre la primera y la segunda curva de Sepang, quedando su cabeza atrapada entre la rueda y el colín de una moto y siendo atropellado por otra.
Después de aquello, y aunque no lo enseñaron las cámaras de televisión, Miller se quedó inerte en el suelo, haciendo a los presentes temerse lo peor. Pero milagrosamente, solo unos pocos minutos después estaba caminando por su propio pie, para alivio de todos los que estaban siguiendo la carrera.
La Honda de Mir pasó por encima de las piernas de Miller
En el circuito en el que MotoGP se llevó su último gran shock en la clase reina la tragedia volvió a merodear. Jack Miller sufrió un espantoso accidente en la segunda curva de Sepang, después de un toque entre su compañero Brad Binder y Fabio Quartararo, que de rebote le mandó a él por los suelos.
Miller cayó con tan mala suerte de que se deslizó precisamente hacia la Yamaha de Quartararo, quedando su cabeza atascada entre la rueda trasera y el colín. "Sentí que algo me estaba bloqueando la rueda. Luego vi que era su cabeza", dijo Quartararo. Sin duda, el casco le salvó la vida a Miller a Sepang.
Pero hubo más. El incidente de la cabeza se vio en la señal de televisión, pero lo que no se mostró es que Joan Mir atropelló a Miller a la salida de la curva. El piloto de Honda se encontró con el australiano tirado en el asfalto y le pasó por encima de las piernas, afortunadamente a no demasiada velocidad.
"Estaba muy preocupado, porque le he pasado a Jack por encima de las piernas. Cuando he ido a verle me ha dicho que solo tenía un moratón y me ha aliviado, pero el susto ha sido importante", relataba Mir tras la carrera. Miller fue trasladado al centro médico en ambulancia, pero todo quedó en un susto.
Antes de que se volviese a poner en marcha la carrera, la televisión nos alivió con una imagen de Miller caminando por su propio pie. El australiano no pudo participar en la carrera, igual que su compañero Binder, también tocado, pero eso es lo de menos comparado con la inmensa tragedia que se evitó en Sepang.
Un incidente que sirve para recordarnos lo peligroso que sigue siendo este deporte. Afortunadamente, Miller puede contarlo casi ileso.