Miguel Oliveira, el campeón sin corona made in KTM que ya prepara las armas para MotoGP 2021

El mundial de MotoGP 2020 ya se ha terminado y lo hizo con una de las mayores exhibiciones de esta temporada. Miguel Oliveira ganó su segunda carrera en MotoGP dando una auténtica lección. Su fin de semana fue perfecto. En Estiria se convirtió en el primer portugués en ganar en la categoría reina, pero a buen seguro que será el estreno de Portimao el que le deje mejor recuerdo.

Oliveira ganó su primera carrera en MotoGP en el Gran Premio de Estiria, tirando de oportunismo para salir vencedor de la batalla entre Jack Miller y Pol Espargaró. Como signo de lo que ha sido su carrera, en los días posteriores se nos quiso presentar por un chismorreo mal contado de su vida personal más que por la brillante estrella en ciernes que KTM ha ido cociendo a fuego lento.

La apuesta de Oliveira siguiendo en el Tech3 ha resultado exitosa frente a Binder

La trayectoria de Oliveira ha estado ligada al trabajo duro. Con solo 16 años llegó al mundial como un piloto muy prometedor a pesar de que por diferentes motivos nunca ha tenido el máximo apoyo de su familia, algo que el propio Oliveira lamentó públicamente en alguna ocasión. Pero se subió al mundial en la última temporada de los 125 cc con una Aprilia.

No tardó demasiado en subirse al podio, ya en Honda, pero su paso por Mahindra le hizo caer en cierto estancamiento. En sus tres primeros años en el mundial ya corrió con tres marcas diferentes: Aprilia, Honda y Mahindra. Oliveira trasmitió ciertas señales de que era un talento perdido, de necesitar una brújula para poder canalizar su carrera.

Y fue en la temporada 2015 cuando la encontró. KTM, siempre con muy buen olfato para detectar el talento, puso sus esfuerzos en Oliveira. Lo rescató de Mahindra para ponerle a competir por el título. Al portugués le costó alguna carrera entornarse, pero en cuanto lo hizo ya nadie le pudo parar. Ganó seis carreras, las tres últimas consecutivas.

De las cinco últimas carreras de la temporada 2015 Miguel Oliveira ganó cuatro y fue segundo en la restante. Claramente fue el piloto más rápido, pero ahí empezó su desencuentro con los mundiales. Danny Kent, del que nunca se volvió a saber, se llevó el título por seis puntos de ventaja. El húmedo Gran Premio de Gran Bretaña, que ganó Kent y dejó casi sin puntos Oliveira, fue clave.

Eso no hizo dudar a KTM, aunque hubo una separación forzosa el año siguiente, año del ascenso de Oliveira a Moto2 en el que corrió con el Leopard. La Kalex fue su quinta marca en el mundial con tan solo 21 años. Para 2017 KTM ya montó su estructura en la categoría intermedia para repescar a un Oliveira ya rodado.

Los años del portugués en Moto2 volvieron a ser velocidad sin premio. Oliveira ganó tres carreras en 2017 y otras tres en 2018, pero en ambas temporadas se quedó a las puertas del título. Especialmente dolorosa fue la última experiencia, en la que Oliveira se quedó tan solo a nueve puntos de la gloria, que la saboreó Pecco Bagnaia.

Si algo han tenido en común las temporadas de Oliveira en KTM hasta su ascenso a MotoGP fue el compañero de equipo. Brad Binder siempre estuvo al lado, en la otra moto, como la otra gran promesa de KTM. Ambos de 1995, se erigieron rápido como el futuro de la marca austriaca, los llamados a liderar el proyecto cuando KTM ya pudiese ganar en MotoGP.

Siempre Oliveira venció a Binder. Tanto en la temporada de Moto3 como en los dos años de Moto2 el portugués estuvo por delante en la general. Binder era rápido, a veces tanto como Oliveira, pero el de Almada añadía una regularidad que no estaba al alcance del sudafricano. En 2021 se volverán a encontrar.

Sus vidas se separaron en 2019, cuando Oliveira ascendió ya a MotoGP con el Tech3 y Binder se quedó en Moto2 a buscar un título que se le escapó por tres puntos. Cuando Johann Zarco dio la espantada de la marca al primero que llamó KTM fue a Oliveira, que estaba haciéndolo muy bien en su debut en el Tech3, pero este lo rechazó.

No pocos fueron los que dudaron de la decisión de Oliveira. El portugués rechazaba la oportunidad de ser oficial para seguir formándose en la sombra. La plaza que él no quiso la aceptó Brad Binder, su eterno compañero, amigo y rival, para debutar en MotoGP por todo lo alto. Pero la anunciada marcha de Pol Espargaró le abrió de nuevo la puerta.

KTM volvió a ofrecerle el ascenso a Oliveira y esta vez no lo dejó pasar. Antes de empezar el 2020 ya se sabía que Binder y el portugués volverían a encontrarse en el equipo oficial. La supremacía en KTM de cara a 2021 estaba en juego. Saber cuál de las dos promesas de Mattighofen iba a ser la cara visible del proyecto.

Binder golpeó primero en Brno. Su nombre para siempre quedará grabado como el primero que ganó con una KTM en MotoGP. Pero más allá de aquellos fuegos artificiales, la consistencia de Oliveira ha vuelto a poner las cosas en su sitio. Dos victorias, una aplastando al resto y la otra batallando y siendo más listos que dos pilotos ya experimentados.

Oliveira ha terminado el mundial noveno, dos puntos por detrás del gran favorito al título, Fabio Quartararo, a diez puntos de ser la mejor KTM, pese a la gran temporada de Pol Espargaró, y a tan solo catorce puntos de la tercera posición del mundial, que ha ocupado Álex Rins. Con un Portimao II, puede que Oliveira hubiese roto la pana.

Es la historia de su vida, siempre le ha hecho falta una carrera más para redondear el año. Pero el 2020 no tiene ni un debe para él. Las dos victorias escriben su nombre en la historia, pero además se ha llevado la batalla interna por el futuro de KTM. A partir de ahora, sobre sus hombros recaerá la responsabilidad de llevar al gigante austriaco a la gloria también en MotoGP.

2020, el año en el que despertó el gigante KTM

El avance de KTM en la temporada 2020 es de esos que quizá se le dé más importancia con el paso de los años. De estar muy lejos de los podios al final de 2019 pasaron a ganar ya en la tercera carrera de 2020 con Brad Binder. Aquello pareció flor de un día, pero nada más lejos de la realidad. Tres triunfos, y además de sus pilotos de futuro. Fetén para la marca.

Pol Espargaró además ha sido el segundo piloto con más podios de la temporada, solo detrás de Joan Mir. Y es que, por increíble que parezca, a KTM tan solo le han faltado 21 puntos para llevarse el título de marcas, que finalmente ha recaído en Ducati. Poles, vueltas rápidas... El 2020 ha sido un festín para KTM. El despertar del monstruos. Lástima que Espargaró no se diese cuenta a tiempo de que el mundial era posible.

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