Parece que la alegría vuelve al box de Maverick Viñales. El piloto catalán, que disputa su cuarto año en la máxima categoría del Campeonato del Mundo de MotoGP, reconoce estar muy feliz en esta cita italiana y está recuperando unas sensaciones que parecían perdidas en Yamaha.
El de Roses marcó el cuarto mejor tiempo de la mañana de ayer, a siete décimas de Andrea Iannone, y el segundo de la tarde también por detrás del italiano pero a menos de cuatro décimas en esta ocasión. Pero lo más importante para Maverick no son los tiempos, sino que parece que han encontrado el camino a seguir.
"La moto es bastante similar al test de Montmeló"
Si la temporada de Maverick Viñales no estaba siendo demasiado brillante por su mala sintonía con la M1 (y eso a pesar de su segundo puesto en la general, no hay que olvidarlo) e incluso sonaban rumores de una crisis con su jefe técnico Ramón Forcada, ahora parece que las aguas vuelven a su cauce. Y todo gracias al buen test que consiguieron hacer en Montmeló hace apenas nueve días, donde el piloto de Yamaha fue el más rápido:
"Gané mucha confianza en Montmeló durante el test de la semana pasada y ayer también fue bueno. El equipo no cambió mucho la configuración desde la prueba en Cataluña, la moto es bastante similar. Me siento bien con eso y continuaré tratando de hacerlo lo mejor posible", explica Viñales.
El piloto español tiene ganas de comenzar con los entrenamientos de hoy ya que ayer no pudo hacer simulacro de carrera, algo que parece que tenía programado para la tarde, debido a las interrupciones en el entrenamiento; primero por una brutal caída de Michele Pirro y posteriormente por la rotura de motor de Andrea Dovizioso: "No pude hacer diez vueltas seguidas porque tuvimos muchas banderas rojas. Espero que Michele esté bien, porque el accidente fue irreal. Le deseo a el la mejor de las suertes", dice el #25 aún consternado por el incidente.
Viñales también fue uno de los pilotos que acabó en el suelo ayer, durante la sesión matinal, pero a pesar de eso se muestra positivo para el resto del fin de semana, especialmente con el rendimiento de los neumáticos que fue uno de sus problemas en Le Mans: "Estoy muy feliz. Aún tenemos trabajo por hacer, porque tenemos margen de mejora. Estoy contento de haberme sentido bien con la moto y con los neumáticos por la tarde en las condiciones más calurosas, espero que sea igual el domingo durante la carrera. Nuestro ritmo de carrera no es malo", señala.
En las siete temporadas anteriores, desde su llegada al mundial, Maverick ha conseguido subir en cuatro ocasiones al podio. La última fue la pasada temporada, cuando terminó en segunda plaza por detrás de la Ducati de Dovizioso. Este año querrá pelear por la victoria, ya que no consigue ganar en Mugello desde 2012, cuando disputaba el Campeonato de Moto3.
Fotos | Yamaha MotoGP