La doble deuda de Brad Binder

Este domingo, durante la disputa del Gran Premio de Aragón, el trazado de Motorland puede ser testigo de la primera coronación mundial del motociclismo de velocidad en este 2016. Nos referimos al sudafricano Brad Binder, que tiene en su mano certificar un título de Moto3 que lleva ganándose a pulso durante toda la temporada, y al que solamente queda ponerle la rúbrica.

Para ello, tendrá que ganar, ser segundo o esperar los resultados de sus rivales (aquí os contamos la lista completa de las combinaciones que le harían campeón). Y ya sea en el trazado español o durante la gira asiática, con el título que ya se le da por seguro saldará, de un plumazo, dos deudas más o menos históricas (la una más que otra). Una por nacer donde nació, y otra por el equipo en el que corre.

Un continente a sus espaldas

Kork Ballington o Jon Ekerold son nombres históricos del motociclismo, que pusieron la (antigua) bandera de Sudáfrica en los libros de honor del deporte de las dos ruedas. Pero de eso ya hace mucho. Si ampliamos el recuerdo a todo el continente africano, resulta inevitable pensar en dos mitos procedentes de Rhodesia, como el legendario Jim Redman o el malogrado Gary Hocking.

Ballington proporcionó a Sudáfrica sus años más gloriosos (1978 y 1979) con sendos dobletes en 250cc y 350cc, mientras que Ekerold prosiguió en 1980 la racha de su compatriota en 350cc. Desde entonces, ni un solo título más para el país, ni para el continente. Una sequía que Brad Binder se está encargando de calmar a lo grande.

El título de Moto3 será la culminación de un año glorioso para el motociclismo sudafricano, que ya ha logrado un enorme éxito con el Campeonato de Europa de Moto2 conquistado por Steven Odendaal, que a buen seguro estará en el mundial de dicha categoría en 2017, donde coincidirá con el propio Binder.

Un Binder que, con su histórico triunfo en Jerez (donde remontó desde la última posición de parrilla), ya acabó con 35 años sin oír el himno sudafricano (Ekerold en Monza 1981); convirtiéndose en el cuarto piloto de su país en lograr una victoria, tras Alan North y los mencionados Ekerold y Ballington.

Con 16 podios en su haber, hace mucho que Binder superó los nueve de Paddy Driver y ya está cerca de los 19 de Ekerold. Los 46 de Ballington todavía están lejanos y ya habrá tiempo de pensar en ellos. De momento, lo importante es rubricar el sexto título en la historia de Sudafrica y el 14º del continente africano.

Tres años de Ajo… y agua

En 2012, el alemán Sandro Cortese se hacía con el primer título de la historia de Moto3, devolviendo, a lomos de la KTM, el título al Red Bull Ajo Motorsport dos años después de que Marc Márquez triunfara en el octavo de litro con la Derbi de la misma estructura… a su vez dos años después de que lo hiciera el francés Mike Di Meglio.

Tres títulos en cinco temporadas convertían a la escuadra finlandesa capitaneada por Aki Ajo en el equipo a batir dentro de la categoría pequeña. Habían llegado a ser la referencia en 125cc y habían sabido conservar la supremacía con la aparición de Moto3. Sin embargo, desde aquella temporada en la que Cortese se mostró inabordable, no han conseguido repetir éxito en dicha categoría.

Bien es cierto que el año pasado saborearon las mieles del éxito en Moto2 a la primera, con un Johann Zarco que se erigió en amo y señor de la categoría intermedia. Una muestra de la consolidación y evolución de la estructura, que sin embargo acabaría cerrando la temporada de Moto3 con el tercer fiasco consecutivo en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana.

Las tres últimas temporadas, el Red Bull KTM Ajo ha llegado a Cheste con opciones al título de Moto3… y en las tres han tenido que guardar las camisetas de campeón en las cajas en las que llegaron. Para colmo, las tres fiestas tuvieron lugar en tres boxes diferentes (y las dos últimas en equipos vinculados a su gran rival, Honda): el Team Calvo en 2013, el Estrella Galicia en 2014 y el Leopard Racing en 2015.

En la primera de ellas, el tristemente desaparecido Luis Salom se había mostrado resolutivo como nadie durante la temporada, ganando más carreras que sus rivales… pero falló en el día decisivo y el título fue para Maverick Viñales. Un año después, Jack Miller lo intentó todo y se hizo con la victoria, pero el campeonato fue para Álex Márquez; un triunfo agridulce que reeditó en 2015 el portugués Miguel Oliveira, subcampeón tras Danny Kent.

Brad Binder ‘debe’ este título a África y a Sudáfrica, pero también a KTM, a Aki Ajo, a Luis Salom, a Jack Miller y a Miguel Oliveira. Y por supuesto, se lo debe a Brad Binder. Porque se lo ha ganado.

Fotos | KTM Images, Flickr
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