El Gran Premio de España de 2023 puede ser más importante para la historia de MotoGP de lo que pareció a simple vista. Saliendo de la nada, de repente KTM se puso a la altura de Ducati y Brad Binder le disputó la victoria a Pecco Bagnaia hasta la última curva. Pero lo importante no es solo el qué, sino también el cómo.
Desde que en 2020 Michelin cambió sus neumáticos, haciéndolos más anchos y mejorando el paso por curva, la forma más eficiente de llevar una MotoGP era por raíles. Mucha estabilidad, sin derrapar y teniendo siempre las dos ruedas sobre el asfalto. Pero en Jerez las KTM cambiaron eso, y puede ser la mejor invitación para que Marc Márquez se una al proyecto.
KTM consiguió ir rápido llevando la moto de lado por primera vez en MotoGP desde 2020
En Jerez de repente KTM se mostró como la potencia que no había sido en el resto de la temporada. No solo fue el coraje de Brad Binder y Jack Miller en carrera, algo ya habitual, sino que fueron sorprendentemente rápidos a una vuelta, algo que hasta ahora venía siendo su talón de Aquiles. Y lo hicieron cruzando la moto.
Jack Miller salió segundo, Brad Binder cuarto y Dani Pedrosa sexto. Desde posiciones tan adelantadas las KTM pudieron competir de tú a tú con Pecco Bagnaia, el gran dominador de la temporada de MotoGP, e incluso Binder llegó a la última curva con opciones reales de ganar la carrera, aunque se cortó en la curva 13.
El hallazgo de que KTM haya conseguir que su MotoGP se pueda llevar cruzada no solo favorece a sus dos pilotos, los siempre agresivos Binder y Miller, sino también a sus planes de futuro. En teoría Pedro Acosta subirá la próxima temporada a MotoGP sobre una KTM, y sin duda su estilo también se vería beneficiado por una moto que no va por raíles.
Pero más allá de Acosta, los rumores que colocan a Márquez en KTM para 2025, o incluso en 2024, de la mano de Red Bull son cada vez más intensos. Y nada le podría atraer más que una moto que se puede pilotar con el estilo rodeo que llevó a Márquez a la gloria, consiguiendo seis mundiales de MotoGP en siete años.
No es casualidad que desde que Michelin cambió los neumáticos en 2020, obligando a pilotos como Márquez a cambiar su estilo de pilotaje, el campeón español haya pasado más tiempo en el hospital que en los circuitos, y cuando ha estado en pista tampoco ha sido especialmente decisivo. Las lesiones son la consecuencia, no la causa.
Desde entonces ganan los pilotos finos como Fabio Quartararo o Bagnaia, y parecía que Márquez tendría que enfocar hacia allá su estilo de pilotaje si quería volver a ganar. Pero quizá estas KTM sacando tiempos muy rápidos yendo de lado en Jerez abran una puerta a que Márquez pueda volver a ganar sin guardar en el armario el viejo rodeo.