Los pilotos de élite tienen algo distinto en su cerebro. Son adictos a lo máximo que puede aspirar cualquier cosa con ruedas y motor (o sin él). El sueño de Jorge Lorenzo era probar un Fórmula 1 y lo ha estado haciendo estos días en Silverstone gracias al apoyo de Monster Energy y de Mercedes-AMG.
Estas tres puntas de un triángulo tan especial se han unido en forma de días de pruebas que han acabado con Lorenzo rodando en nada más y nada menos que el Mercedes W05 Hybrid con el que Lewis Hamilton se proclamó Campeón del Mundo en 2014. A juzgar por sus palabras, Jorge terminó satisfecho, aunque seguramente con algo de dolor de cuello tras tachar el comportamiento del F1 como "inhumano".
Como es de buen nacido ser agradecido lo primero que hizo Lorenzo al hablar con los medios fue dar las gracias a los artífices de que el mallorquín pudiera cumplir su sueño de rodar con un Fórmula 1. Acto seguido, y tan rápido como en su Yamaha habitual, se metió en harina para contar sus sensaciones.
Antes que nada quería agradecer a Monster Energy por darme esta oportunidad. Ha sido una gran experiencia, un sueño hecho realidad. En los últimos días me he sentido muy especial. He tenido la oportunidad de trabajar junto algunos de los mejores ingenieros de este deporte, conducir un F2, hacer pruebas en el simulador y finalmente conducir un Fórmula 1.
Los tiempos no han trascendido, normal, al fin y al cabo no se juega nada y son datos que quedarán para llenar el orgullo de Lorenzo, pero lo que no tiene desperdicio son sus impresiones después de haber experimentado la descomunal fuerza lateral que estos monoplazas son capaces de soportar sin despeinarse y que una moto no puede ni imaginar.
Ha sido un día increíble. Estoy muy satisfecho con los tiempos por vuelta. Por lo que me han dicho los ingenieros, mis tiempos han sido bastante competitivos. El coche es fácil de pilotar, esperaba que se moviese más y fuese más complicado pero todo ha ido muy bien.
Es bastante fácil de pilotar y el coche, en las curvas, es realmente rápido y el agarre en los ángulos es irreal. En la primera vuelta sientes la potencia, pero cuando te acostumbras es parecido a una MotoGP, pero en las curvas es otro mundo, unos 40 km/h más rápidos en mitad de la curva. También me ha sorprendido lo tarde que puedes frenar y la cantidad de agarre que el coche puede retener con el acelerador a tope en las curvas rápidas. Es inhumano.