El de 2020 está siendo uno de los mundiales más raros de la historia de MotoGP, pero podría concluirse con una marcianada impensable. Franco Morbidelli está en la batalla por el título pese a que corre con una moto de 2019. Sería la primera vez en la era MotoGP que se gana con una máquina desfasada.
Lo de Morbidelli no está siendo una mera casualidad. En 2020 estamos viendo cómo tres pilotos que corren con motos desfasadas están consiguiendo grandes resultados. En Honda tienen a Takaaki Nakagami como el mejor corredor de la marca del ala dorada, y en Ducati tienen también a Johann Zarco haciendo grandes actuaciones.
Nakagami es la mejor Honda con una moto de 2019 y Zarco vuela con la Ducati Desmosedici GP19
Que las marcas dejen al menos una moto de la temporada anterior en el equipo satélite es una práctica habitual que va camino de la extinción en MotoGP. Ahora mismo solo hay cuatro pilotos que lleven una moto antigua de su marca: a los mencionados Morbidelli, Nakagami y Zarco se suma Tito Rabat, el otro piloto del Esponsorama.
Cada vez es mayor la tendencia a poner todas las motos iguales en pista para ayudar a la recolección de datos. KTM ya lo hace, y Ducati no porque es la única marca con dos equipos asociados, así que en uno de ellos de momento pone las motos antiguas. Yamaha se va a sumar a la tendencia en 2021, y todo apunta a que Honda también.
Sin embargo estamos viendo en 2020 que la diferencia no es tanto. Franco Morbidelli ya ha ganado dos carreras este año pilotando la Yamaha de 2019. Lo hizo en Misano y en MotorLand. Está cuarto en la general, a 25 puntos de Joan Mir. Sin todas las desgracias que ha sufrido ajenas a él, probablemente estaría líder del mundial con una moto desfasada.
Morbidelli está a solo once puntos de ser la mejor Yamaha en pista, aunque tiene por delante aún tanto a Fabio Quartararo como a Maverick Viñales con la moto que han desarrollado en Iwata esta temporada. Pero está en la batalla. Tiene opciones serias de llevarse el título con una moto del año pasado.
En Honda también tienen a una moto de 2019 como la mejor de 2020. Es verdad que su caso es especial, porque Marc Márquez se va a pasar toda la temporada lesionado, Cal Crutchlow también está teniendo muchos problemas físicos y Álex Márquez es un novato que hasta ahora no le ha cogido el punto a la moto. Pero ahí está Nakagami.
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— PETRONAS SRT (@sepangracing) October 25, 2020
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Nakagami logró la pole position en Teruel, la primera de Honda en toda la temporada. Va séptimo en el mundial gracias a su regularidad, y si no está en la batalla por el título es porque se puso nervioso a la hora de la verdad en MotorLand. Los podios los está poniendo Márquez, pero los puntos son de Nakagami con la Honda de 2019.
El último caso es el de Zarco. El piloto francés ya sabemos que es alérgico a la regularidad, pero está consiguiendo ir muy rápido en trazados donde las Ducati Desmosedici GP20 no funcionan. Por ejemplo en MotorLand, donde acabó quinto y estuvo cerca del podio. Cajón al que sí se subió en Brno. Ese día hubo en el podio dos motos de 2019, la suya y la de Morbidelli.
El patito feo está siendo Tito Rabat, que está teniendo una temporada muy difícil que parece que podría acabar con su carrera en MotoGP. Pero Nakagami, Zarco y, especialmente, Morbidelli están demostrando lo relativo que es el progreso de un año para otro en MotoGP. Especialmente cuando Michelin reparte de nuevo las cartas del juego.
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