La temporada 2018 en el Campeonato del Mundo de MotoGP 2018 ha llegado a su parón estival, aunque en realidad no sea mucho más que cualquier otro impasse entre dos Grandes Premios cualquiera. Dejando al margen las consideraciones estériles sobre el nuevo calendario, este año hay una gran diferencia con respecto a la temporada pasada y es que no estamos viendo el duelo que nos esperábamos.
Marc Márquez y Andrea Dovizioso se vieron las caras hasta el último GP de Valencia que clausuró la temporada 2017. Esperábamos que en 2018 replicasen el enfrentamiento pero nada más lejos de la realidad, la alternativa encarnada en Andrea Dovizioso se ha diluido.
"No tenemos motivos para pensar en el campeonato"
Dovizioso comenzó fuerte la temporada en Catar con una temprana victoria. Aquella noche de marzo en el desierto fue un espejismo de lo que ha sido hasta ahora el resto de la temporada, sobre un trazado favorable para la Ducati como lo son también Mugello o Montmeló, pero no ha vuelto a lo más alto del podio.
A la ausencia de buenos resultados para alguien que en teoría presenta candidatura al título se unen los tres ceros que ha acumulado en las nueve carreras que llevamos. Los abandonos de Jerez, Le Mans y Montmeló lastran considerablemente la renta del italiano en la general, aunque no son el principal problema de Dovizioso.
Más que casos aislados de irregularidad, Dovizioso está sufriendo por alcanzar el podio en una temporada en la que partía como uno de los favoritos, con una Ducati Desmosedici GP18 incluso un paso por delante de la Honda RCV213 y un pilotaje que se había demostrado sólido, rápido y contundente con anterioridad.
A excepción del segundo puesto en Mugello y la victoria de Catar, Dovizioso ha sudado sangre para pisar el top 5. El sexto puesto de Argentina, el quinto de Texas, el cuarto de Assen y el séptimo de Sachsenring constatan que el dorsal 04 no está a la altura de lo que se esperaba de él, y él mismo es consciente de ello.
Las prioridades de Dovizioso han cambiado. Ha pasado de tener como objetivo a Marc Márquez para intentar seguir el ritmo de las Yamaha, a priori unas motos inferiores: "Me preocupa más la brecha que tenemos con las Yamaha que la que nos separa de Márquez, que es demasiada".
La renta de Márquez sobre Dovizioso a mitad de temporada es de 77 puntos, algo incluso aceptable con la buena temporada del piloto de Honda, pero lo realmente preocupante para Dovizioso es que Valentino Rossi le aventaja en 31 puntos y Maverick Viñales 21.
A estas alturas y viendo cómo ha ido la primera parte de la temporada 2018, Dovizioso ya no piensa en el campeonato. "Lo cierto es que para el título ya hay mucha diferencia", se lamentó el italiano: "No pensamos en el campeonato porque ya no hay motivos para pensar en el campeonato". Hace un mes no renunciaba al título, ahora ya sí.
El pesimismo de Dovizioso es un tanto desolador. Ni siquiera teniendo en cuenta el factor circuito con trazados beneficiosos para la Ducati como Austria, Aragón o Malasia por delante, Andrea ha tirado la toalla y su único objetivo ahora es reducir la distancia con las Yamaha oficiales, además de mantener a raya a Johann Zarco y su Yamaha satélite con quienes está empatado a 88 puntos.
En opinión de Dovizioso, el problema reside principalmente en la incapacidad que tienen esta temporada para gestionar adecuadamente los neumáticos. Esta habilidad que en temporadas anteriores ha sido su gran baza con una Ducati muy potente capaz de conservar la goma trasera ahora se está convirtiendo en su peor handicap.
El desgaste de las ruedas se está traduciendo en un bajón de rendimiento considerable a partir de la segunda mitad o del último tercio de carrera, impidiendo tanto a Dovizioso como a Lorenzo mantener las posiciones y sólo limitarse a luchar por perder las menores plazas posibles.
Andrea está convencido de que la Desmosedici GP18 tiene potencial por extraer, aunque también opina que ya es tarde para las que deberían haber sido sus aspiraciones. "Tenemos que mejorar en cómo desgastamos las gomas, y hasta que no lo consigamos no podremos luchar con Rossi, Viñales y otros pilotos", confesó el italiano.
Además, el factor psicológico también ha influido en el rendimiento de Dovizioso. No fue hasta el Gran Premio de Francia cuando DesmoDovi y Ducati plasmaron sus firmas en un contrato por otras dos temporadas después de unas duras negociaciones en las que desde Borgo Panigale ofrecían menos dinero del que el piloto creía merecer a tenor de su postura como alternativa a Márquez.
Cuando pasen estas tres semanas de asueto quedarán 10 carreras por delante y 250 puntos por repartir. Puede pasar de todo, pero para Andrea Dovizioso incluso parece complicado revalidar el subcampeonato que se llevó en 2017. Veremos si consigue encarrilar la temporada, porque de momento están haciendo buenas a las Yamaha YZR-M1 de las que todo el mundo renegaba hasta hace bien poco.