Los caminos financieros de MV Agusta parece que cada pocos meses van a dar otro giro distinto. Después de haber sido adquirido el 25% del capital social por parte de AMG hace menos de dos años, ahora la marca de Varese ha decidido que quiere intentar recomprar la parte que vendió en su momento y sacar a MV Agusta del pozo.
El propio Giovanni Castiglioni ha sido quien, en unas declaraciones al Il Giorno, manifestaba que estaban negociando una recapitalización con nuevos inversores con los que intentaría desprenderse de la parte de la empresa en manos germanas. Algo que parece mucho más fácil de decir que de hacer, desde luego.
Una operación financiera de alto riesgo
Actualmente, MV Agusta no está para andarse con muchas aventuras precisamente. La acumulación de deudas asciende en la actualidad hasta los 40 millones de euros, ¡casi ná!.
Lo chungo del asunto es que parte de esas deudas están respaldadas con la presencia de AMG. En el contrato firmado con los inversores de dichos pasivos se estipula que si AMG no posee al menos el 20% de MV Agusta retirarán su parte del capital de forma inmediata. Esto quiere decir que si Castiglioni quiere recuperar la parte que ahora es de AMG, deberá encontrar inversores que quieran aportar un total de 15 millones.
Rumores que vienen desde Italia y Alemania apuntan a que Mercedes-AMG estaría planteándose darle la vuelta a la tortilla y comprar la parte de Castiglioni, algo que el italiano habría rechazado de pleno.
Tijeretazo al modelo de MV Agusta
Para complicar aún más las cosas si cabe, según la normativa italiana, MV Agusta debería reducir su plan de negocio drásticamente hasta volver a un modelo de crecimiento sostenible. Bajo esta premisa, deberían dejar de producir las 9.000 unidades anuales de hoy en día a unas 6.000 o 7.000, además de recortar a la mitad su inversión en investigación y desarrollo desde los 15 millones actuales a sólo siete.
Los recortes afectarían también al departamento de carreras, cuyo presupuesto bajaría de 4 millones a 600.000 euros, así que o encuentran un patrocinador generoso o se acabarían las aspiraciones de los italianos en Supersport y Superbikes.
Todo esto, de forma adicional, supone como es lógico una pérdida de alrededor de 200 trabajos directos dentro de la compañía de Varese. Algo trágico ahora que MV Agusta parecía estar remontando el vuelo.
Sólo el tiempo puede decirnos si la jugada que busca Castiglioni va a llegar a buen puerto, pero la verdad es que pinta muy complicado. Si consigue un inversor (o varios) potente que quieran hacerse cargo de las necesidades financieras de la marca también tendría que ser un inversor que esté de acuerdo y apoye el modelo de MV Agusta y no intente cambiarlo, abandonando el barco antes de tiempo.
Vía | Asphalt and Rubber