A simple vista parece una preciosa moto retro de Yamaha que hace no mucho era una desavenida XS 400. Ahora no solo está restaurada y en pleno funcionamiento, sino que esconde un sistema que bien podríamos llamar revolucionario.
Revolucionario porque acaba con el complicado y peligroso cabeceo durante las frenadas. Una rápida mirada, un detalle, desvela el sistema ideado, y ya patentado oficialmente por su inventor: una horquilla oscilante.
Adiós al cabeceo de la dirección durante las frena
Roman Juris lleva el espíritu motero en las venas. Su profesión no tiene nada que ver con la mecánica, pero en sus ratos libres trastea y disfruta con ella, y lo hace muy bien. El mejor ejemplo es la Yamaha XS 400 que restauró hasta dejarla en perfecto estado de revista.
Hoy no estamos aquí para alabar el proyecto de Roman, ni lo bien que le ha quedado la moto. Más bien porque, tras terminar la moto, fue directo a la Oficina de Patentes de la Unión Europea y registró un invento que él mismo llama revolucionario, y que con la teoría en la mano, tiene razón.
Hay que fijarse en la rueda delantera. Concretamente en la parte inferior de la horquilla, porque el resto no es más que el cuerpo de una telescópica invertida al uso. Sin embargo, en el extremo podemos ver un curioso sistema que no conecta directamente con el eje de la rueda, como estamos acostumbrados a ver.
El aficionado ha patentado un sistema basculante y descentrado, y ha sido aprobado a finales de 2023.
Para entenderlo, primero deberíamos comprender la teoría de una horquilla regular. Lo que pasa cuando clavamos el freno delantero con algo más de fuerza de la habitual es que la horquilla se hunde; el ángulo de la dirección es mayor; la distancia de ejes, menor, y la estabilidad del chasis se tambalea (cabeceo).
El invento evita eso, provocando que la rueda delantera se desplace hacia delante cuando recibe el peso de la moto. La horquilla se comprime durante una frenada brusca, alargando la distancia entre ejes medida que el eje de la rueda delantera gira hacia adelante, y eso tiene efecto estabilizador sobre el chasis.
Asimismo, utiliza unas varillas de unión que se pueden ajustar, y un mecanismo de paralelogramo en la cubierta de la rueda delantera para mantener los movimientos sincronizados.
Si bien las horquillas llevan años mejorándose, Juris no es el primero en inventar un sistema que palien el excesivo hundimiento de ellas al frenar. Hossack, las Telever de BMW, las de basculante de Bimota...
La idea es buena; que un fabricante quiera apostar por él, es otra.