En la crisis financiera de KTM, al principio, se respiraba incertidumbre. Luego, la cosa se fue aclarando porque los de Mattighofen fueron recaudando dinero y el apoyo de los acreedores como para sacar su plan adelante. Ahora se han topado con un escollo que podría implicar problemas. Y es muy grande.
Ese escollo lo lidera la exvicepresidenta primera del gobierno de España y actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño. Ese es precisamente el escollo; el BEI.
El "no" del BEI al plan de reestructuración de KTM podría suponer "matices"
KTM no ha salido de su crisis; sigue inmersa en ella. Desde los últimos meses de 2024 han pasado muchas cosas en el seno de la marca naranja: el adiós a su histórico CEO, Stefan Pierer, la deuda millonaria con 2.500 acreedores, el adiós a MV Agusta bajo el brazo operativo de KTM o los miles de puestos de trabajo en peligro (más los que se han perdido) son algunos de los acontecimientos más célebres, a modo de resumen.
La luz al final del túnel se veía en forma de acuerdo hace unos días: aprobaban el plan de reestructuración (con el visto bueno de la mayoría de acreedores) y Bajaj ponía encima de la mesa 150 millones para reanudar la producción entre la fecha de firma y mayo.
Pies en polvorosa. Tal y como revela Expansión, KTM se encontró con un escollo y uno de los afectados en la reunión del pasado 25 de febrero en la que se aprobó dicho plan. Era ni más ni menos que el Banco de Inversiones Europeo que dirige Nadia Calviño.
El BEI de Calviño votó en contra del plan, según revela la citada fuente. Pero, ¿a qué dijeron no? En la reunión, Pierer Mobility AG (recordemos, madre de KTM AG, y dividida en un 74,9% para Pierer Industrie AG (50,1%) y Bajaj Auto (49,9%) asumió el pago del 30% en efectivo a los acreedores. Eso suponían 548 millones de euros, a más tardar, el 23 de mayo de 2025.
Además, deberán tener preparados otros 150 millones de euros para contar con el visto bueno a la hora de retomar la producción. El tribunal que gestiona y supervisa el concurso de acreedores deberá dar el visto bueno en junio de 2025. Y tal y como señala Expansión, "este procedimiento de reestructuración de KTM AG finalizará cuando sea jurídicamente vinculante para todas las partes".
En esa frase está el problema para KTM, y donde entra en juego el BEI que dirige Calviño. En declaraciones, la exministra señala que el BEI "es socio financiero de KTM desde hace mucho tiempo, apoyando la innovación y el crecimiento de la empresa con 345 millones de euros en varios préstamos desde 2014".
El problema, señala, es que el plan aprobado en febrero "impone una carga desproporcionada a los acreedores al tiempo que preserva plenamente los intereses de los actuales accionistas".
Es por ello que el próximo 25 de mayo el juez tomará la decisión final sobre la reestructuración que, con los votos encima de la mesa, cuenta con la amplia aprobación de los acreedores. Sin embargo, el "no" del equipo de Calviño en Austria podría "tener algún que otro matiz" que está por detallar. Aunque no parece que eso vaya a tirar abajo el plan, podría suponer consecuencias a largo plazo como el fin del apoyo financiero.
Imágenes | KTM