No es la primera vez que hablamos de Royal Enfield, ni de la India. Pero creo que es de las primeras veces que podemos ver los medios de trabajo con los que se hace una de estas transformaciones tan bonitas. En este caso partiendo de una Royal Enfield Bullet 350 de principios de los años setenta, que estaba en bastantes malas condiciones y pasando por un desarmado intensivo y una restauración aún más intensiva, se ha llegado a una moto así de brillante.
Quizá lo más sorprendente es que el taller parece que no está ni cerrado a la calle, de hecho algunas de las fotos están hechas en la acera en medio de otras muchas motos que parecen estar esperando su turno en la puerta del taller. Como muchas de las piezas estaban en bastante mal estado y no contaban con mucho dinero para la restauración, muchas se han hecho a mano en el propio taller. Como por ejemplo el depósito y el colín-asiento fabricados en un metal que en las fotos casi parece cobre.
Si el precio de esta moto fuera en consonancia con las horas que dicen que han invertido en la reconstrucción-transformación seguramente alcanzaría las cinco cifras sin problemas. Pero no se porque me da la impresión de que el dar cera, pulir cera, no es una filosofía que busque el máximo beneficio económico, sino más bien la propia satisfacción del constructor. Y si de paso se lleva unas cuantas rupias, mejor. Si quieres investigar más, te recomiendo que le eches un vistazo a la galería de la web original, porque está todo bastante detallado.
Vía | The return of the cafe racer Más información | Vintage tanks