Este era el tedioso proceso para arrancar una Harley-Davidson en la II Guerra Mundial

Desde hace tiempo estamos acostumbrados a que nuestras monturas arranquen con un ligero movimiento de muñeca y el posterior accionamiento de un botón. O incluso sin necesidad de meter la llave en un agujero y simplemente presionando un mando con el pulgar. Esto es en nuestros tiempos, pero hace 80 años para arrancar una moto el protocolo era mucho más complicado.

Hasta que los pilotos de entonces conseguían encender la moto tenían muchos más pasos que seguir y el proceso era lento, tedioso y exigía más esfuerzo físico que ahora. Tenemos la suerte de que hay unos cuantos aficionados repartidos por el mundo que conservan estas motos clásicas. Uno de ellos es Jay Morris, que mantiene en perfecto estado una Harley-Davidson WLA de 1942 y en un vídeo nos enseña lo que había que hacer para encenderla y conducirla.

El estárter era la clave

La complicada labor de encender esta moto que fue destinada a la II Guerra Mundial requería de un manual específico TM 9-879 para que el piloto entendiese y supiese cómo arrancarla. Dudosamente un motero actual sabría arrancarla (quizás sí si has tenido una moto antigua con carburador).

El mundo de la carburación hace tiempo que las marcas lo dejaron atrás. Ahora tardamos en encender una moto menos de lo que tardamos en ponernos todo el equipamiento (de hecho deberíamos dejarla encendida mientras nos preparamos). Sin embargo, las cosas eran de otra manera. Todo requería su tiempo para ponerse en marcha y esta Harley-Davidson WLA de 1942 no iba a ser menos.

Dependiendo de si el motor estaba frío o caliente la moto era más o menos perezosa a la hora de arrancar. En primer lugar, tal como explica el manual, había que dejar la moto lo más estable posible ya que el arranque requería de una patada del piloto, lo que a veces podría hacer que se destabilizase la moto con la amenaza de irse al suelo si no estaba sujeta con fuerza y el terreno no estaba nivelado.

Primero había que poner las marchas en la posición neutral. Por aquel entonces el embrague no se accionaba con la maneta izquierda, sino con el pie izquierdo y las marchas no se metían con el pie, sino con la mano. A continuación, la válvula de la gasolina (una palanca junto al depósito) tenía que estar completamente abierta. Posteriormente había que dejar el puño izquierdo completamente abierto, con él se controlaba la chispa que hacía explotar la mezcla.

Luego se sacaba el pedal que accionaría el primer movimiento de los cilindros y el estárter tendría que estar en la posición Up (cerrado). El siguiente paso era accionar completamente el puño del gas para que pasase la mayor cantidad de gasolina. Una vez hechos todos estos pasos y con la maneta del freno delantero accionada se daban las correspondientes patadas a una palanca con ayuda de la cadera.

Si la moto estaba fría y no encendía, había que colocar el estárter en la posición 1/2. Se volvía accionar el puño del gas y posteriormente se colocaba el mando del encendido en la primera posición hacia la derecha. Finalmente con una o dos poderosas patadas ya se arrancaba el motor (si había suerte y todo funcionaba perfectamente).

Cuando el motor ya estaba caliente (se podía ayudar con suaves acelerones) el estárter tendría que estar completamente abierto: cuando el motor está en frío hay que enriquecer la mezcla con gasolina, pero una vez que ya está caliente la cantidad de gasolina que se mezcla con el aire que entra al motor debe ser menor. De esta forma el motor no se ahogará.

Hasta aquí la explicación para encender la moto. Atención al dato de que en todo este tiempo ¡aún estaríamos parados! Para empezar la marcha accionaríamos el embrague con el pie izquierdo hacia abajo y con la mano izquierda meteríamos la primera marcha de las tres que tenía esta moto. Las posiciones de las marchas serían de arriba a abajo: 1N23, es decir, lo contrario de lo que estamos acostumbrados en las motos de calle actuales. El cómo frenar, acelerar y girar era muy parecido a las motos actuales así que no nos detendremos en este punto.

Esta moto americana con motor v-twin bicilíndrico de 740 cc alcanzaba una velocidad máxima cercana a los 100 km/h, la fabricó el ejército norteamericano para ayudar a los soldados que lucharon en la II Guerra Mundial. Su origen data de 1939 cuando surgió como prototipo y más adelante, en 1940 empezó a producirse. Sin duda, el romanticismo de conducir aquellas motos no tiene comparación, pero se agradece que ahora sea tan fácil arrancar una moto y ponernos en marcha en segundos.

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