El final de la década de los años 20, supuso un antes y un después en el mundo de las motocicletas. Una fábrica italiana dirigida por un viudo y sus seis hijos irrumpió en el mundo de las carreras de forma sorprendente. De entre esos seis vástagos, había uno de ellos, el más joven de la familia que mostró una habilidad excepcional a la hora de pilotar. Tal vez su nombre tuviese algo que ver con esto: Antonio “El Terror” Benelli.
Consiguió cuatro Campeonatos de Italia encima de su Benelli con motor de dos tiempos y 175 cc. La cosa no se quedó ahí y siguieron mejorando sus diseños y aumentando la capacidad del motor, como el de la Benelli 250 que hoy nos ocupa, para poder luchar codo con codo con el resto de fabricantes. En 1970, el salón de trofeos de Benelli albergaba dos Campeonatos de Europa, dos Campeonatos Mundiales y tres victorias en el respetado TT de la Isla de Man.
Una réplica con mucha originalidad
Esta réplica de una Benelli 250 es una reproducción exacta de la moto de carreras que utilizó el fabricante en el año 1968. La moto se reconstruyó en 2013 y para ello se emplearon piezas que todavía se encontraban en stock y piezas nuevas que se han construido respetando los diseños originales.
El carenado de carreras completo y el depósito de combustible son completamente nuevos y se han utilizado los moldes originales con los que Benelli fabricó la 250. Han tratado de respetar la originalidad al 100%.
El color azul sin duda es una de las cosas que más llaman la atención. Es un tono pastel y para dar con el color exacto antes de pintarla, utilizaron el esquema de colores que copiaron de una fotografía de una carrera histórica.
Recientemente, esta Benelli 250 se ha vendido en la subasta Classic Driver que se celebró en Zurich. El martillo dejó el precio en unos 12.200 euros, una ganga si tenemos en cuenta la cantidad de horas invertidas y el proceso tan cuidadoso al que ha sido sometida para construirla.
Su increíble exterior y acabados van en consonancia con el motor de 250 cc. Fue completamente reconstruido con especificaciones de carreras, lo que la convierte en una competidora ideal en las competiciones históricas o en una pieza de arte si fugas para exponer en las mejores colecciones del mundo.