Todo fanático al cine e intrépido motero sabrá de buena mano que Tom Cruise y la Kawasaki GPZ 900 R Ninja de Top Gun marcaron una época. Un símbolo del cine que marcó a una generación recordando al protagonista Pete "Maverick" Mitchell rodando con la melena al aire sobre la superdeportiva japonesa.
Pero... ¿Y si no hubiese sido así? Pues a punto estuvo de pasar. Una causa de rebeldía, una acción de insumisión y una pulcra imagen de Honda hicieron que Cruise apareciese montado sobre la GPZ 900 R y no sobre otra moto, también japonesa.
A la productora se le cayó el plan a última hora... Así que compraron dos Kawasaki
Finales de los años '80. Tom Cruise despeinándose la melena sobre una Kawasaki GPZ 900 R Ninja. Sin casco, con gafas y tupé desmelenado surcando los aires de un aeródromo y persiguiendo a Kelly McGillis... Qué mítico, ¿no?
Precisamente era un símbolo de rebeldía con el que no todos los japoneses comulgaban en aquella época. Uno de los momentos más icónicos para el cine y el motociclismo estuvo a punto de haber hecho pasar a la historia a otra moto y no a la Kawasaki.
Si bien el guion de la película tenía como protagonista a Tom Cruise y su hazaña por salvar a la patria y ligarse de paso a una chica rubia, la moto fue uno de los elementos más representativos del filme: la GPZ 900 R. En la última entrega fue sustituida por una Kawasaki H2 Carbon, era todo un símbolo de rebeldía.
No solo eso, sino que además de esa moto el protagonista tenía en su hangar particular una colección de motos de toma y daca. Sería piloto, pero tenía verdaderos aviones de tierra como otras dos GPZ 900 restauradas.
La pulcritud de Honda tuvo que ver mucho en esta historia. En primera instancia no estaba planeado que en la primera película de Top Gun el protagonista condujese una Kawasaki, sino una Honda. Y así lo pidió la dirección a la fábrica japonesa.
El plan era sentar y grabar a Cruise sobre una Honda VF 500 F Interceptor. Todo en una película que, de antemano, ya sabían que sería un taquillazo (el actor era ya famoso y había firmado varios éxitos). Pero los japoneses eran tan rectos y severos que no querían vincular su imagen a la de una película americana de signo rebelde.
Los japoneses no querían que un actor americano se subiese a su Interceptor sin casco, con la melena despelucada. Según ellos, pensaron que incitaría a conducir la moto sin casco y eso provocaría un aluvión de muertes por imitar al actor... Así que se quedaron sin moto.
El plan se les vino abajo y se quedaron sin ninguna moto. Así que la solución más rápida fue optar por dos Kawasaki GPZ 900 R. Los de Akashi no tuvieron los reparos de Honda y compraron dos motos en un concesionario, propiedad de Chris Dolan, el más importante de toda California. Los números de venta se dispararon después de aquella película.
Y así es como se fraguó una de las relaciones más épicas del cine: Top Gun-Kawasaki. De hecho, para la próxima entrega de la saga se espera incluso que los de Akashi revivan a la GPZ 900 R. La siguiente película de Top Gun ya ha sido anunciada para 2026, y bien podría coincidir en tiempo y forma con el estreno de la película protagonizada por Tom Cruise. Al mismo tiempo se celebra el 40 aniversario del modelo en 2024... ¿Realidad o ficción?