Probamos el Zontes M125: el scooter sin carnet que quiere reventar el mercado a base de equipamiento

De vez en cuando aparecen nuevas marcas en el mundo de las motos; pocas acaban quedándose. Zontes llegó en 2018 al mercado español y aunque apenas ha pasado un lustro es una de las nuevas incorporaciones con más papeletas para asentarse.

Han empezado un poco la casa por el tejado y hasta 2023 no se han decidido a entrar en el segmento más nutrido de todo el mercado de motos: el de los scooter de 125 centímetros cúblicos. Se llama Zontes M125 y llega con argumentos.

Zontes M125: objetivo superventas

Año tras año las motos más vendidas en nuestro mercado (y en el europeo) son los scooter de 125 cc, esos que son perfectos para calar entre los conductores de coche con más de tres años de carnet que necesitan algo más ágil y barato para moverse.

De las más de 202.000 motos vendidas en 2022, 96.644 unidades fueron scooter: un 47,8% del total con un crecimiento del 13,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que motocicletas convencionales y ciclomotores pierden representanción.

Por cilindrada, las motos hasta 125 cc acaparan casi 90.000 unidades. A su vez dentro del top de motos más vendidas, las 125 cc son la norma general entre los modelos más vendidos. Salvo honrosas excepciones, el top 10 de ventas está copado por motos aptas para el carnet de coche.

Y es justo ahí donde Zontes quiere meterse y seguir mejorando los buenos números que consiguió en 2022. La marca china cerró el año como la novena firma más vendida con un crecimiento del 34% y con el objetivo puesto en vender entre 7.000 y 8.000 unidades este 2023.

Y si este es el segmento que más interesa, ¿por qué Zontes ha estado lanzando modelos naked, trail, scrambler y hasta un scooter de media cilindrada? Pues no lo tenemos muy claro. Quizá para hacer imagen de marca y demostrar lo que son capaces de hacer.

El caso es que ahora llega el Zontes M125 y, sí, se parece muchísimo a su hermano mayor. No es ninguna casualidad: la imagen y la parte ciclo se heredan en gran medida del scooter grande, así que lo que nos encontramos es un 125 cc que se aleja de la imagen de scooter pequeño y barato.

Estéticamente hablamos de un modelo que destaca por tener formas bastante limpias y dimensiones compactas. En el frontal destaca la luz diurna en esa especie de nariz con aires a la admisión de la Kawasaki Ninja ZX-10R. Toda la iluminación es LED y delante tenemos unos pequeños faros rasgados e intermitentes integrados.

El escudo en realidad es contenido y acentuado por unos laterales picudos, especialmente realzado por la pequeña pantalla negra colocada encima y que por cierto tiene regulación eléctrica en dos posiciones. Y eso es solo el aperitivo porque el equipamiento incluye detalles muy interesantes, aunque no vamos a adelantarnos.

Siguiendo con el repaso estético tenemos unas plataformas muy largas, estriberas de pasajero plegables integradas en la carrocería y una zaga con un grupo óptico que nos recuerda al Yamaha TMAX de anterior generación.

No es la única similitud y ese es uno de los puntos que menos me gustan de algunas marcas emergentes. Es como que intentan buscar elementos reconocibles de otros modelos de éxito. Ya hemos mencionado a la Ninja y al T-MAX, pero el frontal se parece a un Yamaha XMAX y la combinación de colores gris y azul (incluyendo las llantas) exclusiva del 125 es imposible que no nos recuerde a las motos de Iwata.

Más equipamiento que la media

Una de las premisas de Zontes es que los clientes se encuentren más equipamiento del que podrían esperarse dentro de la media de motos de cada segmento al que atacan, y no iba a dejar de ser así en el caso del M125.

Lo primero es que nos echamos encima del asiento situado a 748 mm de altura, bastante contenido y con muy buen acceso al suelo con los dos pies gracias a lo estrecho tanto del propio asiento como de la zona central del conjunto.

Sí es cierto que el túnel central me ha parecido excesivamente alto, así que para subirse encima sobre todo cuando la moto está subida al caballete central habrá que levantar mucho la pierna si no queremos tropezar.

Una vez colocados a los mandos nos encontramos con detalles interesantes de serie como las manetas de freno regulables, las piñas retroiluminadas o el sistema de arranque sin llave, que viene con una pulsera con la que podremos activar el contacto o desbloquear la dirección sin utilizar ninguna llave.

Tampoco necesitaremos llave para abrir las dos guanteras que hay bajo el manillar (se abren por botón y no se cierran cuando bloqueamos la moto), el tapón de gasolina situado en el túnel central o el asiento para acceder al espacio de carga. Estos dos últimos se abren mediante botones en la piña derecha.

La capacidad del hueco bajo el asiento es para un solo casco integral. No veo necesario que debiera tener espacio para dos cascos, pero sí que un casco integral convencional entrase bien y no es así. Cascos con un mentón un poco alto o con entradas de aire ya dan problemas para cerrar el asiento.

Al activar el motor notamos un sonido muy presente del motor de arranque y a partir de ahí una sonoridad mecánica notable. Este motor es un bloque completamente nuevo y no parece que hayan trabajado mucho en insonización porque la rumorosidad mecánica está siempre presente.

Buen rendimiento para el primer scooter de 125 cc de Zontes

El motor es un monocilíndrico de 125 cc con cuatro válvulas por cilindro y refrigerado por agua. Este punto es uno de los pocos con los que podremos diferenciar al M125 del M310: en este caso tenemos un radiador colocado en el lado derecho del motor.

Utilizando un sistema de inyección Bosch MSE 8.0 Zontes ha conseguido que el M125 se coloque al límite de la normativa, arañando unos buenos 14,55 CV a 8.250 rpm y 12,8 Nm de par motor a 6.500 rpm. Todo para un peso en orden de marcha de 148 kg. Es igual de potente que una Honda Forza 125 o 2,4 CV más potente que una Yamaha X-MAX 125, pero pesando unos 15 kg menos.

Sobre el asfalto estas cifras se traducen en que se mueve con mucha soltura. La salida no es especialmente fulgurante y da la sensación de tener un desarrollo inicial bastante largo, algo que se acentúa un poco más por un recorrido largo del acelerador.

Una vez estamos en marcha las reacciones son buenas. Empuja con ganas para ser un 125 y me ha gustado especialmente moviéndonos a velocidades normales sobre 50 km/h. Reacciona bien y puede recuperar hasta alcanzar su velocidad máxima de 110 km/h con relativa alegría.

A nivel de rendimiento me parece un buen motor que tendría una experiencia mucho más satisfactoria si fuera un poco más refinado. Tanto por sonido como por vibraciones (a alta velocidad) tiene margen de mejora.

Pasando a hablar del chasis nos encontramos con una receta muy, muy similar al del M310. El chasis de tubo de acero se ha mantenido inalterado a excepción de los anclajes del motor y la suspensión trasera. El resto es prácticamente idéntico.

Para las suspensiones tenemos un conjunto simple pero efectivo. El tren delantero recurre a una horquilla convencional con barras de 35 mm (algo más estrechas que en la M310) y un doble amortiguador con regulación en precarga para el tren posterior.

Otro de los cambios se encuentra en las ruedas, que equipan medidas más estrechas para reducir peso y mejorar la agilidad. Las medidas son de 100/80-14 para la delantera y 120/70-14 para la trasera.

Con estas variaciones (y sin haber probado el M310) el conjunto es realmente ágil en cualquier situación. Las suspensiones son tirando a firmes y limitan la transferencia de pesos, dando un tacto muy preciso a la dirección y dejándonos tirar la moto para ratonear entre los coches. A cambio iremos copiando todos los baches del asfalto con el trasero porque el doble amortiguador trasero resulta un pelín seco.

La agilidad de la dirección viene determinada por las medidas de las ruedas y por el escaso peso del conjunto. Esto es un punto a favor para aquellos conductores coches que se cambian a los scooter y se suben por primera vez en su vida en una moto. Te invita a girar sin llegar a ser nerviosa, aunque sí tiende a caer rápido al interior si le damos con decisión al manillar.

Para el equipo de frenos Zontes utiliza en el M125 el mismo material que en el M310. Dos discos simples, uno en cada eje, con medidas idénticas: 265 mm. En el delantero se muerde por una pinza propia con latiguillos J.Juan y su rendimiento es correcto. Como de costumbre soy más de tirar de freno trasero porque se aprovecha mejor en los scooter y la frenada es más neutra sin cargar peso sobre la rueda delantera.

La efectividad es buena aunque el tacto es esponjoso en la maneta derecha. Lo que sí es destacable es que Zontes ha decidido no prescindir del ABS (no obligatorio en las 125 cc). Un punto a favor de la seguridad y que no resulta demasiado intrusivo salvo que nos excedamos con el freno trasero.

Tecnología como bandera

Cuando hablamos de un scooter de 125 cc podemos estar pensando en una moto básica con la que moverse del punto A al punto B. Teniendo en cuenta que la mayoría de la clientela procede del coche y los coches cada vez están más equipados se está forzando a que la diferenciación de las motos vaya también por este camino.

Zontes ha interiorizado esto y quieren llamar la atención de los cochistas. Ya hemos hablado sobre el equipamiento, pero hay un punto en el que destaca: el cuadro de mandos.

La pantalla digital a color está bien resuelta, con cuatro modos de visualización llamativos, sensor de iluminación y mucha, muchísima información. Tenemos desde el típico indicador de combustible, velocímetro, tacómetro, temperatura de refrigerante o un parcial sencillito hasta datos mucho más complejos como la presión y la temperatura de los neumáticos o el estado de la batería.

Estos datos nos sirven para tantear cómo de frío está el asfalto y si conviene ir relajado para evitar sustos. Por ese lado bien. Otra cosa será cuando haya que cambiar o calibrar los sensores en cada cambio de ruedas, algo que incrementa el coste de mantenimiento. Sí, posiblemente sea irrisorio, pero ya es otra cosa más a tener en cuenta.

Esto podría haberse solucionado de una forma muy sencilla: con un termómetro de temperatura exterior del que carece el cuadro de mandos.

Pero hay más sobre este cuadro de mandos, y es que no solo tiene conectividad con smartphone sino que tiene capacidad mirroring para duplicar la pantalla del móvil íntegramente. No hace falta llevar un soporte de móvil, pero no tengo claro hasta qué punto es beneficioso.

Ok, podemos tener el sistema de navegación abierto (a cambio de perder el resto de indicadores) pero también Netflix. Las distracciones pueden ser muy superiores y en realidad tampoco aporta tanto. Además hay que bloquear el giro del móvil en horizontal para que se vea bien. Hay soluciones más sencillas y más seguras.

El Zontes M125 quiere meterse entre los mejores

En definitiva, el Zontes M125 es un scooter que juega un poco en tierra de nadie. Por equipamiento, prestaciones y tamaño pretende situarse casi entre modelos como el Honda Forza 125 (5.275 euros), SYM Cruisym 125 (4.999 euros) o el Kymco X-Town 125 (3.999 euros), pero por precio está en la media de otros como el Honda PCX125 (3.250 euros). La decisión al final es una cuestión de gustos, especialmente por la estética, pero el Zontes me ha parecido que si rompe la barrera de la marquitis es un buen candidato a lograr buenas cifras de ventas.

Por supuesto que podría mejorar en ciertos aspectos, pero tiene una estrategia de precio muy agresiva partiendo desde los 3.787 euros con un baul Shad SH-39 de regalo donde cabe un segundo integral. Por encima de esto me ha dejado una mejor sensación de la que esperaba, con una calidad de acabados correcta, buenos ensamblajes y una percepción de solidez que ha superado mis expectativas.

Veremos a finales de año qué tal le ha ido a este Zontes M125.

Zontes M125 2023 - Valoración

Zontes M125 2023 - Ficha técnica