Después de dos años que llevo dando el coñazo por aquí creo que ya va siendo hora de que me vayáis conociendo un poco así que espero que no os pille por sorpresa mi devoción por el estilo europeo, y más concretamente el italiano. Así que cuando Morrillu me planteó la posibilidad de echarle el guante a alguna de las motos de una marca tan jod profusamente laureada como MV Agusta podéis imaginar mi reacción. ¡Daba palmas con las orejas!
Bien es cierto que el modelo de la nueva gama que iba a poder probar en principio no era el que ha acabado siendo protagonista esta semana. Pero gracias a la labor de Carlos Muñoz de Motos Bordoy al final no nos quedamos con la miel en los labios y nos proporcionó una MV Agusta Brutale 800, y desde ya os aviso de que no me arrepiento para nada del cambio. Y así, con la excusa perfecta, otra MV Agusta nos hará una visita en el futuro.
MV Agusta Brutale 800: ¡larga vida!
Me siento delante del teclado y no tengo muy claro por dónde empezar. ¿Cómo empezaríais vosotros describiendo una persona que os ha enamorado?, difícil pregunta. La primera parte de las pruebas bien sabéis que la destinamos a hablar de cosas frías e intrascendentes como son las cifras y los números, pero a toro pasado es muy difícil recordad a la MV Agusta Brutale 800 de esa forma. La historia que nos ha unido es como un auténtico idilio de verano. Aquellos amores de juventud que tras un comienzo dubitativo te calaban hasta el tuétano en escasos días que duraba el contacto pero te herían el alma por meses.
Pese a que siempre me han encantado no me había plantado al lado de ninguna MV Agusta de la nueva gama más allá de un breve contacto en el Salón de la Moto de Madrid. Antes había visto varias veces a las Brutale mayores y me parecían las típicas naked grandes y espectaculares. Siendo una nueva creación, mucho más moderna, esperaba una reducción del tamaño general especialmente sabiendo que su pariente de 675 centímetros cúbicos está pensada como entry level para nuevos clientes más jóvenes y con menos experiencia.
Pero la primera impresión superó mis expectativas al encontrarme una moto muy compacta, de dimensiones contenidas pero con un diseño impactante. Alguno dirá que es más de lo mismo otra vez pero yo al menos veo muchas cosas nuevas y otras que aunque sean viejas no me canso de mirar. Lo más característico de todo es obviamente ese faro de forma tan característica que dio luz por primera vez con la MV Agusta Brutale 750 en los albores del siglo XXI.
Todo en la Brutale nace del faro, es su punto de referencia alrededor del cual se va montando una imagen moderna. Y no es por fastidiar pero alguna que otra marca, años después, se ha inspirado en éste foco para poner el alumbrado de una forma absolutamente creativa (nótese la ironía). Aun así, si ahora, más de una década después, sacásemos al mercado por primera vez la Brutale 750 tendríamos una moto de aspecto moderno.
Las líneas maestras de aquella se retoman en la nueva generación pero se mejoran, actualizan y perfeccionan. La carrocería mantiene los patrones generales con su ancho depósito por la parte superior con entradas de aire en la zona delantera, el colín de formas orgánicas, el asiento corrido o la tapa del reloj. Mejor no cambiar mucho algo que casi no ha pasado de moda después de diez años.
MV Agusta Brutale 800: más siempre es más
La primera Brutale 750 nació con la premisa fundamental de hacer una naked radical que fuera la hermana desenfadada de su versión deportiva. Se quitaron carenados, se retocaron cuatro cosas et voilà, ya tenemos un nuevo modelo. Es curioso que en España, país de naked medias, no hayamos visto más, pero ahora que parece que el mercado se polariza los nuevos modelos de 675 y 800 centímetros cúbicos seguro que empiezan a verse porque son auténticas deportivas con manillar ancho.
Otros, como ya hemos dicho alguna vez, nos venden humo con suspensiones invertidas y pinzas radiales montadas en naked que a poco que aprietas luego empiezan a mostrar su verdadera cara. Aquí no pasa eso porque han cogido a las MV Agusta F3 y las han despelotado. Eso es algo que produce ventajas al tener una moto con material de primera (del que hablaremos ahora) como alguna desventaja (que desvelaremos más adelante).
Las suspensiones son una Marzocchi de 43 milímetros delante y un monoamortiguador Sachs con depósito separado, ambos tienen 125 milímetros de recorrido y son completamente regulables en rebote, compresión y precarga. El amortiguador va sujetando un bonito basculante monobrazo que por el lado derecho deja ver la llanta trasera en todo su esplendor y por el lado izquierdo no da el cante pese a tener formas muy modernas, siendo una pieza de aluminio bien acabada y de dimensiones contenidas.
Las llantas de aleación de aluminio tienen un diseño que está de moda pero que a mí no me termina de convencer. Vale que son bonitas y ligeras pero eso de los radios con formas tan rectas y que se desdoblan en Y no me acaba de gustar.
El motor es un tricilíndrico en líne de 798 centímetros cúbicos que eroga 125 caballos de potencia a 11.600 revoluciones y 81 Nm de par motor a 8.600. El incremento de cilindrada lo hicieron siguiendo el mismo patrón que con la F3 con las que, si me lo permitís, paso a escenificar lo que podría haber sido el proceso creativo en la factoría de MV Agusta tras terminar la F3 675:
Operario 1: Oye, ésta moto va de vicio, seguro que con un motor más potente ésta parte ciclo aguanta sin problemas.
Operario 2: No hay huevos.Operario 1: ¿Que no qué?, ahora verás.
Y así es como de un plumazo y gracias a la sangre latina la MV Agusta Brutale 800 con respecto a las 675 no sólo gana 15 caballos extra, sino que lo que es más relevante consigue 16 Nm de par motor adicional. Además hay una sorpresa, el peso declarado en seco es idéntico en ambas versiones con 167 kg declarados. Todo esto y en la teoría te da que pensar que si una moto va bien por sí misma, ¿cómo tiene que ir si la atiborras de bebida energética?. Empiezan los cosquilleos en la barriguita.
Por cierto, ¿alguien tiene idea de dónde pueden estar hechas las fotos?. Más de uno que anda por aquí leyendo habrá estado allí, pero os avanzo que la MV Agusta Brutale 800 sí que la hemos probado bien a fondo.
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