Hoy traemos una prueba un poco atípica. No sólo por el horario un pelo retrasado sobre el previsto (pequeñas dificultades técnicas) sino porque la moto que he probado no ha sido cedida por la marca sino por un particular. Pero bueno, de esto ya hablaremos más adelante. De momento, presentamos a la protagonista, la MV Agusta Brutale 1090 RR y felicitamos a Gabriel que aunque le falto una R, se acercó antes que nadie a la moto en cuestión. Y a Felipao007 por darse cuenta de lo de “brutal”. Comenzamos.
La MV Agusta Brutale 1090 RR ya se encuentra al final de su vida comercial, al menos como la conocemos actualmente porque en menos de una semana será desvelada en el Salón de Milán 2012 su sustituta. El modelo probado por nosotros es del 2011 aunque respecto a la que actualmente se vende hay pocas variaciones a excepción del motor, que es todavía un poco más potente.
MV Agusta Brutale 1090 RR, una deportiva radical que no nos esconde nada
El propulsor deriva de su hermana más radical, la MV Agusta F4 1090 RR, y como bueno diseño italiano, cuando nace una naked a partir de una moto RR, no se andan con tonterías que lo hacen como antiguamente: fuera carenados, nuevo manillar, nuevo motor y para adelante. Nada de hacer como los japoneses que siempre suelen desvirtuarlas con menos prestaciones. Aquí sigue siendo una moto muy radical en todos los sentidos.
Para ello sólo hace falta ver su motor, la calidad de sus componentes, sus geometrías. Hablamos de 158 CV declarados que te intentan arrancar los brazos casi cuando la aguja del tacómetro roza las 12.000 vueltas. De par motor no anda tampoco mal ya que arroja 100 Nm por encima de las 10.000 vueltas. Todo esto según los datos del MV Agusta porque encima de ella, y como veremos, a ojo yo le he calculado unos 600 CV a 25.000 vueltas…
Menos mal que la electrónica en la actualidad juega a nuestro favor para ayudarnos cuando se nos acumula el trabajo. En este caso, la MV Agusta Brutale 1090 RR cuenta con un control de tracción que podemos configurar en ocho niveles diferentes, un amortiguador de dirección regulable y dos mapas de potencia: sport y rain o lluvia, para cuando las cosillas se ponen difíciles como aquí, en Asturias ya metidos en pleno mes de noviembre.
Para evitar que la mala bestia que esconde decida irse por su cuenta, lo han enjaulado en un chasis de acero al cromo molibdeno que han soldado completamente a mano mediante soldadura TIG. Un bellísimo basculante monobrazo de alumino acaricia suavemente pero con férrea fuerza la rueda trasera, permitiéndonos disfrutar de su vista en todo su esplendor sin que nada nos haga desviar la mirada.
Bueno, miento, yo sí que se me fueron los ojos, concretamente a la parte delantera donde la monolítica horquilla Marzocchi de 50 mm tiene junto a la triple tija ya mítica de MV una presencia que por sí sola le daría el apellido de brutal a la MV Agusta Brutale 1090 RR. Detrás, una amortiguador SACHS (que no Öhlins como conseguí engañar a Hury) específico para este modelo.
Por supuesto, son regulables por todos los lados: precarga, compresión, extensión; con la particularidad de que la compresión y la extensión se regula cada una en una barra diferente. El amortiguador, pues también preparado para que nos perdamos en agustes: precarga, compresión y extensión y además en alta y baja velocidad.
Si nos fijamos ahora en los frenos vemos que si con esas asombrosas pinzas monoblock Brembo de cuatro pistones no somos capaces de parar, no pararemos con nada. Por supuesto con discos de 320 mm delante y uno relativamente pequeño, de 210 mm pero que compensa su tamaño con una pinza también de cuatro pistones. ¡Estamos locos o qué!
Las llantas, exquisitas, de aluminio forjado, ligeras como plumas y en medida 3,5 y 6 pulgadas respectivamente delante y detrás equipan neumáticos de 120/70 y 190/55. Para que en ningún momento os falte goma con la que intentar arrancar el asfalto en aceleraciones.
Si ahora que hemos hablado de prácticamente todo, entornamos los ojos y miramos alguna de las fotografías, veremos que parece una moto que haya pasado por una dieta de esteroides pero con un estricto control. Todas las líneas son armoniosas. Multitud de detalles son dicen que sus válvulas son radiales, que el chasis está soldado a mano y que en todo momento estamos viendo una de las motos más exclusivas del mundo.
MV Agusta Brutale 1090 RR, cuadro de mandos compacto y con lo que verdaderamente importa
El cuadro de mandos de la MV Agusta Brutale 1090 RR está dividido en dos zonas. Por un lado y a la izquierda tenemos lo verdaderamente importante cuando queremos ir a por nota, es decir, los tres datos que todo piloto que se precie tiene que tener en cuenta: cuentarrevoluciones, temperatura del motor y marcha engranada. Y en el borde exterior, la luz de sobre régimen que nos dice cuando tenemos que engranar la siguiente velocidad.
Y luego, cuando ya entramos por la recta de boxes, quiero decir, en el garaje, pues ya contamos con el indicador total de kilómetros, los parciales, el velocímetro, el nivel de control de tracción que llevamos, un cronómetro con función de cuentavueltas y el mapa de potencia elegido.
Como gadget curioso, unos textos nos indican por ejemplo que tenemos desplegado el caballete lateral, o que al dar al contacto está realizando el test de la moto… detalles que te hace pensar: nos vamos a llevar bien, ya me está hablando y eso que nos acabamos de conocer.
Pero en esta ocasión, unos nubarrones negros amenazaban la prueba así que, ni la invité a un café. Me subí a la MV Agusta Brutale 1090 RR y salí raudo y veloz hacia casa para guardarla y tenerla lista para probar al día siguiente. Pedal abajo, primera y patada de los 600 CV en el culo que me hizo pensar: como no vaya al loro, me paso mi casa… Pero esto ya será otra historia que os contaré mañana.
Continuará…
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