Durante esta semana habéis podido disfrutar de la prueba que nos ha traído Morrillu sobre la nueva Lambretta LN 125. Hoy vengo yo a traeros lo que podríamos llamar como una contra-prueba, porque si lo perfecto habría sido comparar la Lambretta LN 125 con una Lambretta original de los años setenta/ochenta, al final esto no ha podido ser por problemas de infraestructura. Pero no vamos a dejar pasar la oportunidad para contaros cómo va una de estas motos que ya empiezan a ser clásicas.
La unidad que os voy a contar como va es de mi propiedad, y además ha pasado por un proceso de restauración durante los dos últimos años. Siendo sincero todavía le quedan cosas y detalles por pulir. Pero en la actualidad es un Scooter perfectamente funcional que utilizo a diario en mis desplazamientos por la ciudad y en alguna salida con mis amigos el Scooter Club Alicante.
La moto en si es un modelo de esos que no aparece en casi ningún catálogo de la marca. Se trata de una Lambretta Serie 80 de 200 cc. Este modelo no es muy habitual porque en la época en la que se fabricaba en España, concretamente en Lambretta Locomociones S.A. de Eibar (Guipuzcoa), los modelos no cambiaban radicalmente de un año para otro, sino que más bien eran una constante evolución que aprovechaba el recambio almacenado en la fábrica para completar los nuevos modelos. Por ejemplo mi moto lleva el compartimento (o guantera) bajo el asiento que llevaban las Lambretta Jet mientras que el guarda-barros delantero y la llamada nariz que cubre el claxon es de fibra de vidrio como en las Lambretta Lince. Todo esto la sitúa entre una Lambretta Jet y una Lambretta Lince, que fueron las últimas que se fabricaron en Europa, 10 años depués de cesar la producción en la fábrica original en Italia.
El Scooter lleva conmigo varios años, y desde el primer día le he ido ajustando cosas, haciendo reparaciones y los mantenimientos necesarios para que funcione sin muchos problemas. Si, no digo que funcione perfectamente, porque siempre hay un ruidito, o un tornillo que se afloja, o un detalle que te tortura hasta que lo dejas perfecto (o como a ti te gusta). Hay que tener en cuenta que esta Lambretta Serie 80 tiene 24 años a sus espaldas, y hacerla funcionar a diario supone que siempre hay cosas que repasar/retocar o simplemente re-apretar.
Tampoco quiero explayarme mucho contando la historia de todo lo que le he hecho, que es bastante. Resumiendo, la moto se ha desarmado totalmente dos veces, el motor se ha reconstruido por completo y a pesar de todo todavía quedan cosas por hacer.
Lambretta Serie 80 200cc, cómo va
La Lambretta, en general todas las basadas en el chasis Li de tercera serie, mide 1310 mm entre ejes, pesa unos 110 kilos en vacío y el motor de 200 cc en sus buenos tiempos era capaz de dar 9,75 CV. La velocidad punta declarada del modelo es de 105 km/h. Algo muy parecido a las prestaciones que nos ha contado Morrillu que da la actual Lambretta LN 125. Pero, siempre hay un pero, en el caso de esta Lambretta Serie 80 las respuestas y la conducción son diferentes a las de la moto actual.
La Lambretta Serie 80 es un poco perezosa a la hora de acelerar, aunque una vez que vas a velocidad de crucero lo mantiene sin muchas quejas de su motor de dos tiempos y refrigeración por aire. Claro que si el día es caluroso, notarás en la parte de los muslos que quedan cerca de las tapas laterales un calor que te recuerda que ahí hay un motor en marcha. A la hora de meternos en una carretera de curvas podemos aplicarnos como si de una moto convencional se tratase, incluso si contamos con una horquilla de las ultimas que se fabricaron te permite frenar sólo con el tambor delantero. Claro que si el ritmo sube o la carretera se retuerce tendrás que recurrir al freno trasero para poder apurar algo más esa frenada.
Ojo, que no estoy hablando de entrar en una curva a velocidades ilegales ni nada parecido. Con una Lambretta con su motor reconstruido a especificaciones originales las cosas pasan a velocidades que en pocas ocasiones sobrepasan la legalidad. Otra cosa es si llevas un motor potenciado, ahí ya entramos en el mundo de “cuanta más azúcar mejor” y las cifras de prestaciones se igualan a las de los euros que hay que invertir. Las suspensiones son las originales, que cumplen con su trabajo, pero no les pidas mucho más. Aunque no son perfectas permiten conducir sin problemas. Aquí de nuevo entra la cartera si quieres mejorarlas, o te conformas con lo que tienes.
En ciudad, que podríamos considerar su medio ambiente natural, moverse entre los coches puede ser complicado si el hueco no es amplio. La distancia entre ejes no ayuda mucho, aunque el amplio manillar permite girar bastante, tienes que tener en cuenta que por delante hay un guardabarros que sobresale. Por detrás también sobresale el piloto trasero y por los lados los retrovisores, que no están a la altura del manillar sino fijados al escudo, lo que amplia la anchura del Scooter.
De la autopista mejor no hablamos, por un lado tenemos la velocidad punta, que no te permite defenderte de los coches que vienen por detrás a más velocidad que tu. Y si no consigues rodar a más de 110 km/h prepárate para que los demás usuarios te adelanten pasando muy cerca de ti. Si el que te adelanta es un coche mediano o grande puede darte un susto, pero si el que te adelanta es un camión y no se aparta lo suficiente puede incluso tirarte por la estela de viento que desplaza. Además, con las pendientes y el trazado de una autopista seguramente estarás pidiéndole al motor prestaciones que no puede dar y eres un buen candidato a gripar, con las consecuencias que esto trae consigo.
Por último, el pasajero cabe sin problemas en el asiento, que es plano y lo bastante largo como para albergar a dos personas cómodamente. Las prestaciones no se ven limitadas en mucho, pero como ya hemos hablado esta Lambretta se mueve mejor en ambiente urbano que en carretera abierta.
Lambretta Serie 80 200 cc, consideraciones finales
Este tipo de motos clásicas (sean Scooter o no) piden que el conductor sea algo especial, ya que tienes que saber de mecánica para mantenerla en buena forma (o tener una buena cartera llena de billetes), y además tienes que conocer bien las limitaciones de lo que estás conduciendo. Porque si intentas conducirla como si de una moto moderna se tratase eres un perfecto candidato para tener problemas en poco tiempo.
En definitiva una de estas motos va bien si la cuidas mucho, pero tampoco esperes que corra más que las otras que están paradas contigo en el semáforo a no ser que te gastes un dineral trucándola. Eso si, en ese semáforo si alguien se vuelve a mirar una moto seguramente será la tuya antes que a las más modernas. Porque no hay muchas, no todas suenan a motor de dos tiempos, ni llevan más de veinticuatro años circulando por este mundo.
Más información | Club Lambretta España; CLub Lambretta of Great Britain En Motorpasión Moto | Pueba Lambretta LN 125 parte 1, parte 2, parte 3, parte 4