Entrar a circuito siempre es una buena idea para mejorar tus habilidades como motorista. Ya sea en una R, en una naked o hasta en una trail, conocer el límite de la moto es factor indispensable para ir bien seguros encima de nuestra montura. El problema viene cuando aun en un entorno seguro, te metes a hacer el cabra sin conocimiento.
Un buen ejemplo de ello es lo que le pasa a este colega de un youtuber. Le presta una Kawasaki ZX-6R preparada para circuito, y es la primera vez que prueba una R, y que entra en un trazado. La inexperiencia y las ganas de picarse le acaban pasando factura a este motorista, y a su colega.
Clavar el freno delantero es un error que se acaba pagando muy caro
'Max Maxy' es un youtuber de motos demasiado buen amigo. Tanto que hace poco le dejó una Kawasaki Ninja H2 a un colega y la acabó estrellando tras hacer un caballito. 33.000 euros al desguace.
Parece que 'Mad Maxy' no ha aprendido la lección. Inocente de él, le deja a otro colega una Kawasaki ZX-6R que tiene preparada para circuito.
Como notas adicionales, es la primera vez que su amigo entra a un circuito, y tampoco se había subido nunca a una deportiva hasta la fecha.
La experiencia es un grado, dicen. Pues ambos se intercambian las motos; uno lleva una KTM 690 Duke y el otro la ZX-6R, y con las mismas salen a dar una vuelta de reconocimiento. Al principio van tranquilos, pero luego se tercia la cosa.
Ya podemos intuir que uno de los pilotos no tiene demasiada idea de montar una deportiva, lo que es absolutamente normal. De ahí que le vaya dando consejos como "despega un poco el culo del asiento" o que "saques la punta de la bota al extremo de la estribera". Hasta ahí todo bien.
El problema viene cuando en la mismísima primera vuelta otro piloto con dejes de llevar algo mejor la moto le coge el exterior y le adelanta. Lejos de dejarse pasar, el novato a bordo de la ZX-6R exclama "¿qué narices está haciendo este tío?". Empieza un pique por evitar que le adelante.Cuando ya enfrenta la curva se da cuenta de que va demasiado pegado al piloto que le acaba de adelantar. Clava el freno delantero y sale volando. Resultado: 11 costillas rotas, una fractura de fémur y un coma inducido durante días en el hospital.
Eso nos deja una clara moraleja que todos debemos y podemos aprender: nadie nace sabiendo, pero tanto en carretera como en circuito, nunca hay que dárselas de piloto. La experiencia es un grado que se adquiere poco a poco.
Y clavar frenos de golpe ya hemos visto en otras ocasiones que se acaba pagando caro. ¿Cómo podemos evitar este tipo de situaciones? Como bien sabemos los que hemos estado a punto de caer por el mismo motivo, un eficiente juego de maneta de freno delantera con pedal de freno trasero es el equilibrio perfecto.
La última de las lecciones: ir bien equipado puede ser un salvavidas, como bien queda demostrado. Daos cuenta de que el piloto lleva un airbag que salta en el momento de la caída. Sí, acabó con serias heridas, pero podría haber sido bastante peor si el airbag no estuviese protegiéndolo.