La época en la que los Ángeles del Infierno llegaban a un pueblo y la gente corría a esconderse a sus casas, cerrar las contraventanas y encerrar a sus hijos en el sótano a vuelto. O al menos eso lo parece tras ver el vídeo que ha empezado a circular por la red como la espuma y que podréis ver más adelante.
En Nueva York, un grupo de motoristas estaba celebrando una reunión anual que no había sido autorizada (como no). Ya sabemos que en ese caso y por aquellas latitudes les gusta ir ocupando el máximo espacio posible por la autopista, como si de un gas se tratase. Y por alguna razón que desconozco, empezaron a tener sus más y sus menos con un Range Rover Sport de una familia inglesa que circulaba por allí,
En un momento dado, el vehículo golpea una de las motos por detrás porque inexplicablemente reduce su velocidad y a partir de ahí se lía parda. Los motoristas detienen el vehículo. Este se ve agobiado y teme por su seguridad y la de su familia. Pisa a fondo el acelerador. Arrolla con lo que encuentra y escapa.
Lo persiguen, lo vuelven a parar y vuelve a escapar golpeando otra moto hasta que al final se mete en un callejón sin salida. Allí ya se monta una más gorda con lo que el resultado final es de dos heridos: el primer motorista arrollado y el conductor del coche.
No defiendo la actitud del conductor del coche, ni mucho menos. Pero es que en este caso, las cabezas de buque son unas cuantas y seguro que la han empezado liando ellos...
Gracias Josep y Joseph (no, no tienen un grupo musical) por el chivatazo