El problema es que ese horizonte al que hacía mención está hoy más cerca de lo normal pues una densa niebla cubre la carretera y la visibilidad es pobre tirando a nula. El agente da un paso al frente en el camino de los moteros y comienza la acción. Lo que sigue es una de esas situaciones que parecen haber sido sacadas de los tebeos de Joe Bar pero que demuestra que la realidad siempre supera a la ficción.
Con la situación actual esperamos que ningún agente de la autoridad se haya sentido ofendido y haya visto este vídeo con un sonrisa. Somos conscientes de la gran labor que llevan a cabo la inmensa mayoría de ellos.